Escrito para profesionales de la salud mental, estudiantes, formadores, supervisores, docentes y terapeutas de todos los niveles, este manual está repleto de herramientas prácticas y de fácil comprensión para ayudarte a poner en práctica la teoría.
Repleta de hojas de trabajo y planes y actividades detallados, esta guía accesible te ayudará a enseñar a tus clientes habilidades de afrontamiento efectivas que les permitirán superar sus inseguridades, reforzar su autoconfianza (esta es la parte más crucial del tratamiento) y paliar trastornos como la depresión, el trastorno bipolar, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, las tendencias suicidas o la psicosis, entre otros. Estas herramientas les ayudarán a convertirse en sus propios terapeutas y a recuperarse de forma duradera.
El testimonio emocionante, descarnado y divertido de una mujer en busca del amor y la estabilidad emocional.
Christine Tate es una estudiante brillante, ha vencido un trastorno alimentario y tiene la vida por delante. Y se siente sola, tanto que cree que morir es la única salida para ponerle fin a esa soledad. Busca ayuda y llega hasta un psicólogo que la empuja a comenzar terapia en grupo para compartir sus problemas con otras personas que a su vez harán lo mismo con ella. De esta manera, si uno es honesto y deja de lado los secretos, establecerá relaciones reales y privadas en las que no podrá esconderse. Así comienza la andadura de Christine en los grupos de terapia. Porque para confiar en uno mismo, hay que confiar también en los demás.
En esta publicación se juntan dos personas que tejen una “filosofía terapéutica” provocativa y seductora. Alfredo Canevaro, gran maestro y referente de la Terapia Familiar Sistémica, y por otra parte Esteban Laso, un joven talentoso. Ambos tienen publicaciones que definen el estilo y la propuesta de cada uno; el primero sobre terapia sistémica individual y el segundo la terapia en clave emocional. Aquí convergen en lo que denominan “Terapia Experiencial Profunda”. Esta publicación retoma de manera brillante y crítica la sabiduría sistémica, sobre todo los de los clásicos, en especial Whitaker, Bowen, Satir y Boszormenyi-Nagy; además integra magistralmente a George Kelly, aunque hay que reconocer la fuerte influencia de Laing, Greenberg, Mahoney y Erikson. Con esta sabiduría, Laso y Canevaro han construido una psicoterapia sistémica que gira en torno a una ecología de las emociones vinculantes a las necesidades básicas. El texto se compone de tres capítulos: primero la teoría, segundo los principios y destrezas del terapeuta, y tercero la práctica clínica con individuos y parejas. Como indican los autores: “Es nuestra esperanza que esta propuesta permita no sólo incorporar como miembros de pleno derecho las emociones y las necesidades al repertorio del terapeuta sino además contrapesar el individualismo, el presentismo y la obsesión por la productividad que agostan nuestras vidas sociales y cortan nuestras raíces históricas y familiares”.
Durante miles de años, los seres humanos ignoraron gran parte de los territorios, paisajes y pobladores del planeta, y en los mapas las regiones desconocidas recibían el nombre de Terra incognita. Todavía en el año 1840, el fondo marino era un completo misterio, treinta años después los científicos seguían defendiendo que el mar cubría los polos y en 1900 nadie había logrado alcanzar aún la estratosfera. Y, sin embargo, todas estas lagunas se convirtieron en el estímulo que nuestros antepasados necesitaban para desentrañar los secretos de la Tierra que los maravillaban y aterrorizaban a partes iguales. En pos del conocimiento cometieron innumerables errores, a veces brillantes, a menudo extraños, pero siempre fascinantes. En este magnífico ensayo, Alan Corbin nos ofrece una reveladora historia de la ignorancia como motor de la curiosidad humana que despierta nuestra sed de conocimiento y transforma nuestra visión del mundo.
Nunca sé si Pedro Torrijos está loco o es un genio. Supongo que es una mezcla. Lo que si sé es que me encanta leer lo que escribe»,Juan Tallón
Lo que hacemos los seres humanos es construir. Desde ese instante eléctrico en el que ponemos un pie en el suelo por primera vez pero luego resulta que debajo del pie hay una pieza de Lego que habíamos tirado antes desde la cuna, y entonces la cogemos y la encajamos con otra. Sí, construimos. Construimos una vida, construimos un amor, construimos familias, casas, carreteras, ciudades, aeropuertos y naves espaciales. Transformamos lugares en lugares nuevos. A veces son cambios mundanos. A veces son asombrosos. Y los hechos asombrosos se convierten en historias.
Tras regresar del exilio, Lenin pronunció el 4 de abril en Petrogrado el discurso que dio el pistoletazo de salida a lo que sería la Revolución de Octubre. El objetivo estaba claro, conseguir todo el poder para los soviets de obreros y campesinos, y Lenin ofreció las herramientas para conquistarlo.
Las famosas Tesis de abril suponen el análisis más lúcido y contundente que se haya hecho sobre los desposeídos rusos. Son, también, un programa de acción para una tarea revolucionaria concreta: el paso de la primera etapa de la revolución, en la que la burguesía detentaba el poder, a la segunda, en la que, una vez desenmascarados los pequeñoburgueses y señalados como traidores a la clase trabajadora, el proletariado y el campesinado tomarían el poder.