Dos años después del inicio de la pandemia, ya no hay ninguna duda sobre el fracaso de la gestión de la covid-19: medidas ineficaces, dañinas, autoritarias y sin justificación científica, basadas más en razones políticas que sanitarias, con maniobras represivas y mediáticas que han producido sumisión e infantilización en la población, desarticulando la sociedad, dividiendo y polarizando, potenciando el individualismo y la obediencia ciega. El mundo sale de estos dos años con graves secuelas, con cicatrices que muy difícilmente desaparecerán.
Es necesario poner fin al discurso de un virus amenazante que nos acecha a todos en cualquier lugar, listo para llevarse la vida de miles de personas de toda edad y condición: esa no es la realidad, ni lo ha sido nunca. Esa percepción aterradora ―amenaza omnipresente e indiscriminada―, producto de la propaganda, es el principal combustible que ha alimentado la pandemia. Es imprescindible acabar con esta sensación apocalíptica completamente injustificada.
En ningún momento se ha llevado a cabo un balance de las medidas adoptadas: ni en su incidencia en la reducción de contagios y decesos por covid, ni sobre las consecuencias en relación a otras enfermedades, la vida social, la salud psicológica, la educación, el empleo o la economía. La razón de esta falta de evaluación oficial es evidente: se trata de un balance impresentable.
Diez propuestas factibles para superar las crisis que amenazan la ecología, la economía y la democracia.
Diez propuestas para el ahora. Diez propuestas que pretenden responder a varias crisis que urge abordar, no desde el utopismo, sino desde las posibilidades reales de cambiar el mundo hoy. Diez propuestas de un activismo de veras comprometido con la realidad.
Vivimos bajo serias amenazas: una crisis ecológica de la que no paran de llegarnos advertencias; una crisis económica que se ha agudizado con la pandemia y ha evidenciado las flaquezas del sistema, y una crisis democrática que ha tenido atisbos inquietantes como el asalto al Congreso de los Estados Unidos.
Frente a esto, Ece Temelkuran propone actuar, tomar partido. Y para ello nos plantea diez elecciones valientes, posibles y necesarias.
Un murmullo creciente de soledad y angustia puede oírse, a veces, en las secciones de libros de autoayuda. Las historias que esos libros cuentan no están lejos de la ficción. Aunque no siempre, a menudo contienen falsas promesas, y hay una que se repite: aparecerán atajos para resolver determinados problemas, de pronto ya no será necesario pasar por la organización colectiva, necesaria y costosa en términosde fuerza, paciencia y medios. ¿Es posible no desoír ese murmullo, ese deseo, y responder con argumentos que no mientan?
Para su doctorado, la novelista Belén Gopegui se sumergió en la literatura de autoayuda y escribió la tesis que da lugar a las dos partes de este ensayo: por un lado, un pequeño estudio del género desde el punto de vista de la ficción; por otro, a modo de experimento, un manual sereno y perspicaz para el uso de la desesperación silenciosa leve.
Generación idiota nos ofrece una inmersión profunda en la desaparición de la sociedad intergeneracional y el auge de la mentalidad adolescente, que ha causado un gran daño a la política y a la sociedad.
En la continuación de su best seller internacional La batalla cultural, el afamado escritor, politólogo y conferencista Agustín Laje presenta Generación idiota: Una crítica al adolescentecentrismo.
Según Agustín, las ideologías centradas en la adolescencia del siglo XXI están en auge. Como resultado, los adolescentes están gobernando el mundo. Rigen la forma de la cultura, estructuran la forma de la política, inspiran los cambios de nuestro lenguaje, imponen sus preferencias estéticas y dominan el imaginario postindustrial y el sistema de consumo. Las instituciones básicas, como la familia, también están fuera de lugar en estas generaciones adolescentes.
El balance de las últimas tres décadas de política económica argentina que Federico Poli presenta en este libro se beneficia de su dilatada trayectoria profesional en nuestro país y en organismos internacionales y de sus intervenciones en la esfera pública con las que, en la forma de artículos periodísticos, fue dando testimonio durante esos años. Todo lo que aquí hay de diagnóstico es insumo de una potente plataforma de lanzamiento de propuestas para nuestros presente y futuro. En el mismo gesto en que Poli impugna a populistas obsesionados por la redistribución de lo inexistente y a liberales fijados en la estrechez de lo monetario por haber contribuido a la destrucción del proceso inversor, señala el peor olvido de la dirigencia argentina: la generación de riqueza, núcleo del fracaso colectivo de último medio siglo. Agotadas las dos caras de una misma y ruinosa moneda, en estas páginas se demuestra que los activos productivos de lo que supimos hacer todavía están ahí; en eso, y en su formulación de una síntesis desarrollista que devuelva bienestar a la Argentina, se cifra la visión esperanzada que propone y a la que convoca.
Un referente generacional. Un ensayo sobre cómo recuperar la esperanza en un futuro compartido.
En tiempos estancados, sin futuro, surge una apropiación reaccionaria de la nostalgia. No es ningún secreto: es lo que hemos vivido en los últimos años con el auge de la ultraderecha. Ante esta situación, la izquierda se encuentra en una encrucijada, atrapada entre el instinto de renegar de la nostalgia y la necesidad de soportarse en valores históricos. Quiere mirar hacia delante al mismo tiempo que se enfrenta a un presente marcado por la crisis ecológica y los deseos insatisfechos del liberalismo.
Motivada por el deseo de entender, pero también de actuar, la filósofa y analista política Elizabeth Duval indaga en las razones de dicho fenómeno y propone vías para desatascarlo. Frente a una política que se ha vuelto aséptica y a un pesimismo melancólico, Duval reivindica un posicionamiento feliz, centrado en los afectos, que nos permita reinterpretar nociones como patria o familia, combatir el aislamiento de los individuos y reforzar los lazos que nos unen.