Geopolítica del intervencionismo estadounidense en el Gran Caribe, de Nayar López Castellanos y Pablo A. Maríñez, plantea abordar la geopolítica del intervencionismo estadounidense, para demostrar cómo Estados Unidos ha mantenido históricamente una relación imperial en la vida política, económica, social y cultural de este conjunto de países y territorios neocoloniales. Castellanos y Maríñez tejen con inteligencia y claridad los procesos de colonización, los golpes de Estado y la explotación de los territorios de los pueblos originarios a manos del injerencismo norteamericano, para analizar la configuración actual del Gran Caribe.
En su análisis, los autores se sirven de las ideas de José Martí, Fidel Castro, Eric Williams y Juan Bosch, con el afán de nombrar las luchas políticas que han definido a la región. Marcos Roitman Rosenmann en el prólogo del libro asegura que Geopolítica del intervencionismo estadounidense en el Gran Caribe es “un texto destinado a ser un referente en los estudios geopolíticos sobre el intervencionismo estadounidense en el Gran Caribe”.
La historia definitiva de cómo una revolucionaria herramienta de información se convirtió en el mayor desastre empresarial del siglo
Kurt Wagner se adentra en la fascinante historia de la empresa que revolucionó los medios de comunicación a escala global. Un extraordinario
reportaje que parte desde sus orígenes hasta la brutal batalla legal y financiera que protagonizó Elon Musk por hacerse con la compañía. El libro aborda los conflictos, los debates y las polémicas que rodearon a Twitter, en especial con la utilización que Donald Trump hizo de ella para alcanzar la presidencia en 2016, pero sobre todo se centra en el grotesco espectáculo que protagonizó Musk tras su llegada, con despidos masivos, decisiones absurdas y una gestión desastrosa que llevó a la compañía a una caída en picado en bolsa.
El grito revolucionario de las madres contra la mordaza trans
Este libro es una apuesta por la verdad, cueste lo que cueste. Porque «para hacer frente a quienes viven y cooperan con el statu quo hay que arriesgar, perder el miedo y alzar la voz», defiende Nuria Coronado, que levanta el velo de silencio y falsa unanimidad que ha tendido en la sociedad el lobby transgenerista.
La periodista, escritora y madre alerta sobre el recorrido funesto de este movimiento ideológico que borra a la mujer y que en los últimos años ha logrado imponer el reconocimiento del género como identidad a través de terapias médicas experimentales y técnicas de manipulación social en adolescentes.
Frente a esta poderosa doctrina misógina amparada por las instituciones y la industria farmacológica, un grupo de mujeres sin miedo se articuló en torno al lema «No contaban con las madres». Coronado cede la palabra a estas activistas que «están dejándose la piel para que la sociedad española conozca los daños irreversibles» del transgenerismo en la salud mental y física en las y los menores de edad.
A sus testimonios la autora suma los de feministas, científicas, abogadas y psicólogas para desenmascarar la fantasía distópica del poder trans y rebelarse contra la usurpación de lo que significa nacer mujer.
«[Este libro] es un grito revolucionario frente a la mordaza. [...] Es la voz que la censura no tiene ni poder ni dinero suficiente para comprar. Porque el amor de madre no se vende».
Censurada y finalmente prohibida por el Instituto Freud de Viena, esta controvertida y brillante conferencia pudo ser pronunciada en el Museo Freud de Londres. Aún parecen escucharse los ecos de la inquebrantable voz de Said.
El autor presenta en este ensayo una aproximación multidisciplinar, nutriéndose de fuentes procedentes de la literatura, la arqueología y la teoría social, para explorar el profundo significado que Moisés y el monoteísmo, según Sigmund Freud, tienen para la política actual en los países de Oriente Medio. El ensayo, que muestra el permanente interés de Said por la obra de Freud y la influencia de la misma en su propio trabajo, plantea que la tesis de Freud al afirmar que Moisés fue un egipcio socava la idea misma de identidad pura y mantiene que la identidad no puede pensarse ni entenderse sin el reconocimiento previo de los límites que son inherentes a ella. Said sugiere que, desde esta perspectiva, ese sentido de identidad aún no resuelto podría, de haber tomado cuerpo en la realidad política, haber formado una buena base para lograr la comprensión mutua de judíos y palestinos. En lugar de eso, la imparable marcha de Israel dirigida al establecimiento de un estado exclusivamente judío niega cualquier percepción de un pasado más complejo que incluye a ambos.
Un proyecto social nuevo para un nuevo tiempo político
En las dos últimas décadas ha resurgido el conflicto en la política. Fenómenos como la crisis de 2008, la pandemia, el cambio climático o la nueva guerra fría han desmontado la ingenua creencia en el triunfo definitivo de la democracia liberal y la economía de mercado. Todas las promesas optimistas que construían la utopía del nuevo milenio se han venido abajo, hasta el punto de que los jóvenes ya asumen que vivirán peor que sus padres.
En este marco de desengaño e indignación ciudadana, el economista y expolítico Jordi Sevilla ha reunido una serie de propuestas de reforma para un tiempo en el que predomina el miedo al futuro y la nostalgia de un pasado inexistente, y en el que la desregulación económica desatada ha dado paso al retorno del Estado.
Este libro rastrea el origen del populismo y las políticas identitarias que corroen el presente a través de las brechas sociales que no ha sabido restañar la democracia liberal. Sevilla propone refundar el contrato social y avanzar hacia una nueva concepción de la democracia, la radical o reforzada. Sólo una alternativa política que subsane los errores cometidos y esté preparada para abordar los nuevos desafíos podrá revertir la polarización y la fragmentación social.
Manifiesto por una democracia radical plantea una mejora de la calidad democrática que deje atrás los conceptos de izquierda y de derecha del siglo pasado. Pero también aboga por recuperar y aunar lo mejor de las dos grandes ideologías que han construido Occidente, hoy arrinconadas: el liberalismo y la socialdemocracia.
En pocas décadas, la humanidad ha experimentado una revolución en sus hábitos ancestrales. Sin que nos demos cuenta, nuestra especie ha pasado de habitar cada rincón de la Tierra, inmersa en la naturaleza, a vivir en una parte verdaderamente ínfima de las tierras emergidas del planeta: la ciudad. Una revolución sólo comparable a la transición de cazadores-recolectores a agricultores que se produjo hace 12.000 años. Es cierto que en términos de acceso a los recursos, eficiencia, defensa y difusión de las especies esta transformación es ventajosa. Pero también nos expone a un riesgo terrible. Nuestro éxito urbano requiere, de hecho, un flujo continuo y exponencialmente creciente de recursos y energía, que sin embargo no son ilimitados. Además, el calentamiento global puede cambiar definitivamente el entorno de nuestras ciudades y constituir precisamente esa mutación fatal de las condiciones de las que depende nuestra supervivencia. Por eso se ha vuelto vital devolver la naturaleza a nuestro hábitat. Las ciudades del futuro, ya sean construidas desde cero o renovadas, deben transformarse en fitópolis, lugares donde la relación entre plantas y animales se acerque a la relación armoniosa que encontramos en la naturaleza. No hay nada de mayor importancia que esto para el futuro de la humanidad.