CELEBRANDO LA VIDA III

«Que nadie se equivoque con el libro que tiene entre manos. Que no se deje confundir por la amabilidad inocente de las ilustraciones de Sandoval, o por el tono juguetón con que Freddy escribe algunas de las vivencias que comparte. Este es un libro muy serio porque trata de explicar la vida. Celebrando la vida, desde su principio, ha tenido la vocación de ser una novela coral sobre la ciudad de Santo Domingo. Una novela por entregas, al modo de los antiguos folletines. Los personajes (reales, imaginados o directamente inventados) salen y entran de sus páginas con la misión dirigida de hablar sobre cómo somos, cambiamos, vivimos, gozamos y sufrimos en esta ciudad incómoda y amable, sucia y verde, que es Santo Domingo: arisca pero solidaria y terriblemente humana y caótica. Freddy se empeña en escribir columnas y luego recopilarlas para que no se dispersen. Y eso está bien. Pero Freddy debería dedicarse a entrevistar; es uno de los mejores entrevistadores que podríamos tener el placer de leer si no fuera tan vago para transcribir las cintas (hay que buscar una solución a ese problema). Su secreto es doble. Primero, le gusta la gente, y establece inmediatamente empatia con personas de todos los tamaños, edades, colores y formas. Segundo, la vida le despierta una curiosidad infinita, por eso tiene preguntas para todos, miles de preguntas a las que intenta dar salida y respuesta según quién tenga delante. Y algo de estos dos elementos termina en sus columnas de Estilos, esa tribuna que Beatriz le construyó para que pueda hablar con todo el mundo. Es casi seguro que no todo lo que cuenta es verdad. Pero podría serlo. Freddy Ginebra habla de él mismo a través de todos los seres humanos que protagonizan las columnas. En realidad esos compañeros de viaje son una excusa para preguntarse contantemente sobre los grandes misterios de los hombres. Sobre el amor y las dudas de la fe. Sobre Dios y la infancia perdida o recobrada. Sobre la solidaridad y la pobreza. Sobre la música y el arte. Sobre la ciudad y el mundo, sobre otras ciudades. Sobre la sabiduría de los que envejecen con inteligencia y sobre la simpatía que despiertan los jóvenes que todavía quieren cambiar el mundo. Sobre el pasado, sobre el futuro.»
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«Que nadie se equivoque con el libro que tiene entre manos. Que no se deje confundir por la amabilidad inocente de las ilustraciones de Sandoval, o por el tono juguetón con que Freddy escribe algunas de las vivencias que comparte. Este es un libro muy serio porque trata de explicar la vida. Celebrando la vida, desde su principio, ha tenido la vocación de ser una novela coral sobre la ciudad de Santo Domingo. Una novela por entregas, al modo de los antiguos folletines. Los personajes (reales, imaginados o directamente inventados) salen y entran de sus páginas con la misión dirigida de hablar sobre cómo somos, cambiamos, vivimos, gozamos y sufrimos en esta ciudad incómoda y amable, sucia y verde, que es Santo Domingo: arisca pero solidaria y terriblemente humana y caótica. Freddy se empeña en escribir columnas y luego recopilarlas para que no se dispersen. Y eso está bien. Pero Freddy debería dedicarse a entrevistar; es uno de los mejores entrevistadores que podríamos tener el placer de leer si no fuera tan vago para transcribir las cintas (hay que buscar una solución a ese problema). Su secreto es doble. Primero, le gusta la gente, y establece inmediatamente empatia con personas de todos los tamaños, edades, colores y formas. Segundo, la vida le despierta una curiosidad infinita, por eso tiene preguntas para todos, miles de preguntas a las que intenta dar salida y respuesta según quién tenga delante. Y algo de estos dos elementos termina en sus columnas de Estilos, esa tribuna que Beatriz le construyó para que pueda hablar con todo el mundo. Es casi seguro que no todo lo que cuenta es verdad. Pero podría serlo. Freddy Ginebra habla de él mismo a través de todos los seres humanos que protagonizan las columnas. En realidad esos compañeros de viaje son una excusa para preguntarse contantemente sobre los grandes misterios de los hombres. Sobre el amor y las dudas de la fe. Sobre Dios y la infancia perdida o recobrada. Sobre la solidaridad y la pobreza. Sobre la música y el arte. Sobre la ciudad y el mundo, sobre otras ciudades. Sobre la sabiduría de los que envejecen con inteligencia y sobre la simpatía que despiertan los jóvenes que todavía quieren cambiar el mundo. Sobre el pasado, sobre el futuro.»
Especificaciones de productos
Autor GINEBRA, FREDDY
Editora LIBRO DOMINICANO
Encuadernado PASTA SUAVE
Páginas 112