Afirma Sacks que «somos una especie tan lingüística como musical», y aunque el fenómeno de la música sea complejo, también es susceptible de distorsiones y «enfermedades». Pues no sólo nos eleva a grandes alturas emocionales o actúa de acicate de la memoria, sino que puede sumirnos en la presión o empujarnos a comportamientos obsesivos. El autor examina la relación con la música para arrojar luz sobre ese fenómeno que tanto domina nuestras vidas y del que sabemos muy poco.
Agotado