Sadie Wen es perfecta... en teoría. Sadie tiene la mejor nota de su generación y todos los profesores la adoran. Conseguir todo eso no ha sido fácil, pero ella tiene un truco que le ha permitido soportar el estrés de ser una estudiante ejemplar: descarga todas sus frustraciones en correos electrónicos que nunca envía. Jamás se atrevería a herir los sentimientos de sus profesores y compañeros.
Y sus correos más duros son contra Julius Gong. Él es el único chico del colegio que ha competido con ella desde que eran niños. En sus mensajes, Sadie expresa todo el odio que intenta disimular en persona: «Estás sediento de atención, vives obsesionado contigo mismo y eres insoportablemente vanidoso». ¿Para qué reprimirse si nadie va a leerlos?