Hay un barco que surca cada noche los cielos del mundo para recoger las palabras que han quedado suspendidas en el aire.
A bordo viaja una familia de pescadores. Nadie conoce sus nombres. Más allá de las nubes, donde sólo llegan los que tienen alas, todos los llaman los pescadores de palabras. Con redes tejidas de estrellas recogen palabras de todo tipo y tamaño, pero hay una, grande y brillante, que no pueden atrapar, aunque es tan bella y luminosa que no pueden renunciar a ella.
Un pequeño petirrojo está aburrido, triste y no para de hacer
berrinches porque le gustaría jugar con alguien. Pronto, sin
embargo, descubre que el invierno es la época en que la
naturaleza descansa, y muchos animales duermen para volver a
empezar más descansados en primavera.
Un pequeño petirrojo observa lo que hacen sus amigos del bosque en otoño. Es su primer año de vida y aún no conoce el ritmo de las estaciones. Con el tiempo, descubrirá la mejor manera de prepararse para el invierno. Un libro con delicadas ilustraciones, enriquecidas en cada página con detalles iridiscentes, que explica el cambio de las estaciones observando los cambios de la naturaleza.
Mamá y yo nos parecemos en muchas cosas, y en otras somos muy distintas. Los besos de mi mamá lo curan todo, ¡y sus abrazos tienen poderes mágicos!
Pero, a veces, es ella quien pide un abrazo, o quien necesita besos que curan.
Otras veces, mamá está contenta o enfadada o se pone nerviosa.
Y es que mamá también existe, y pase lo que pase sé dónde estará: a mi lado siempre.
Una historia para celebrar la maternidad real, reivindicando la figura de las madres desde un enfoque más realista y divertido, de la mano de Carlota Pimentel, referente en crianza respetuosa y disciplina positiva.
Teresa de Calcuta fue una monja católica de origen albanés fundadora de las Misioneras de la Caridad. Durante más de 45 años dedicó su vida a atender a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, primero en la India y más tarde, en el resto del mundo. Por su labor humanitaria obtuvo el Premio Nobel de la Paz y, tras su muerte, fue canonizada y proclamada santa.