¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar, incluso en tu propia piel?
Ava sabe bien lo que es ser diferente. Con 16 años, es víctima de un brutal incendio en el que pierde a sus padres, del que ella sobrevive, pero que le deja el cuerpo lleno de cicatrices y quemaduras que le desdibujan una cara que ya no reconoce.
Tras un año de recuperación, es hora de volver al instituto, pero Ava teme las miradas de sus compañeros, no quiere ver en ellos el reflejo de lo que ahora es: una chica desfigurada que solo quiere desaparecer.
Pero el instituto no es el infierno que imaginaba. Y es que, después del fuego, más allá del dolor, hay lugar para sanar las heridas. Y en el camino existen también amigos con quienes volver a reírse hasta de sí misma, ver el lado bueno de las cosas y -por encima de todo- aprender a quererse tal y como es.
Si Clary Fray pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más. Pero ni el mundo subterráneo ni ese apuesto y exasperante Jace están preparados para dejarla ir. Además una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás, pero Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre.
Una promesa inocente, un engaño, una noche de borrachera, una decisión crucial y una confesión son suficientes para cambiar una vida entera. Él se ha preparado durante veintiún años para ser el amor literario de las chicas que le rodean y su mayor objetivo es hacerlas felices. Ella ha pasado sus dieciocho años enamorada del único chico al cual nunca podrá tener y lucha para sacarlo de su cabeza. Y eso la lleva a cometer un gran error. Una noche todo cambia para los dos y tras eso tendrán que decidir si vale la pena continuar o dejarlo como un desliz inocente, ya que sus familias están en juego. Para él, ella es la equivocación más hermosa de su vida. Para ella, él es la mayor prueba a la que se tendrá que enfrentar y en el proceso descubrirá que muchas veces los tabúes pesan, por más que una mente aprenda a modernizarse. Ambos creían que amar lo prohibido no siempre es un pecado, pero les importaba lo que sus familias pensarían.