En Rose Lake hay un concurso de buzones Free Library cada Navidad y gana el vecino que tenga el buzón más bonito para libros.
Hay un festival de otoño que incluye subastas de calabazas y concursos de cortar leña con hacha.
Hay un solo restaurante, pero es posible que sirva el mejor chocolate caliente del mundo.
Hay un lago, claro, rodeado de montañas y espesos bosques, y sus habitantes apenas pasan de las mil personas.
Es, según Vera, el pueblo perfecto para resurgir.
Según Maia, un rincón perdido del mundo, entre las montañas de Oregon (Estados Unidos).
Según Martin es el mejor sitio para nacer y crecer.
Y según Kellan… Para él, Rose Lake es el lugar más hermoso y doloroso del mundo.
¿Qué harías si tu relación tuviese fecha de caducidad? Basada en la historia real de Charlie y Nerea, esta novela es un canto a la vida y al amor.
Lola, una adolescente en su último año de instituto, está llena de inquietudes sobre su futuro y no sabe qué hacer con su vida. Aunque tiene muchas ganas de conquistar el mundo, también está repleta de inseguridades, que la mantienen atada a su zona de confort.
Nico, por su parte, vive cada día como si fuera el último, disfrutando intensamente del presente porque su futuro es incierto.
Sin esperarlo, los caminos de Nico y Lola se cruzan e, inmediatamente, se convierten el uno para el otro en «la persona perfecta en el momento perfecto». Nadie dijo que sería una relación fácil, pero juntos aprenderán a vivir un carpe diem real.
Cuando el cielo se vuelva amarillo es una auténtica lección de vida que te hará comprender el verdadero significado del amor, algo muy simple en esencia, pero que el ser humano tiende a complicar innecesariamente.
La tristeza puede ser muy grande cuando estás solo o muy pequeña cuando estás con un amigo, ¿verdad? ¿A ti también te entran ganas de llorar el primer día de escuela, cuando dices adiós o cuando se te pierde un juguete? No te preocupes y apunta los trucos de este librito: salta, juega, imagina, ilusiónate, comparte, supérate a ti mismo, sonríe y, sobre todo, recuerda: ¡un abrazo lo cura todo!