¡Hola!
Me llamo Paula y me da miedo la oscuridad. Por eso me han mandado a un campamento de verano para superar miedos. Pero, al llegar, he descubierto que... ¡este campamento es terrorífico!
Por no hablar del monstruo que acecha al otro lado de la valla...
Aventuras misteriosas con las que te entrará la risa floja:
-Con ilustraciones a todo color en el interior y una cubierta que brilla en la oscuridad (pero para leerlo debajo de la manta es mejor usar una linterna)
-Cada libro es una aventura en sí misma, con muchas risas y giros que no te esperas (¡como para no dejar de leer!)
-Personajes con los que cualquier niño o niña se puede identificar (sobre todo si tiene algún miedo que superar)
-Ideales para niños y niñas que leen solos (¡este sí lo van a leer con ganas!)
-CUIDADO: Puede que luego no se puedan dormir (de la emoción, porque no da tanto miedo)
¿Cómo es posible que me duela más una ruptura amorosa que la muerte de un familiar? ¿Por qué lloré tanto el final de la vida de mis perros y no el de la vida de mis abuelos? ¿Cómo puede uno romperse después de una mudanza y sobrevivir, sin mayor complicación, a la pérdida de una amistad que parecía para siempre?
El duelo es una de las experiencias más difíciles que experimentamos en la vida, aunque la inercia nos empuja a prestarle poca atención. Sin embargo, hay pérdidas tan dolorosas que nos impiden seguir adelante mientras el mundo sigue girando impasible a nuestro alrededor.
Mara is dead—mostly.
Infected with a virus that broke the world and turned her into a monster, Mara awakens in a facility to learn a treatment has been found. No longer a Tick, Mara is placed in an experimental relocation program. But she’s sent to live with the best friend she hasn’t seen since the world ended. Since their first and only kiss.
Rory is alive—barely.
And her nightmares are as vicious as the Ticks that infected Mara and permanently injured Rory. Even after the Island—one of the surviving communities—rebuilds itself, Rory fears a Tick attack from the mainland at any time. But the Ticks that show up are medicated—not quite themselves but no longer raging monsters. Among them is the first girl Rory ever loved...the one she thought was gone forever.
As Mara and Rory struggle with the violence they’ve inflicted and experienced, they must lean on each other to survive their brutal world—or risk losing each other all over again.