Jo March está muy feliz por empezar la universidad. Este año su objetivo es vivir la experiencia a tope. Para ello, tiene claro que irá a todas las fiestas, conocerá a personas interesantes y se liará con quien quiera y cuando quiera. Solo se ha autoimpuesto una norma: no va a enamorarse, de eso ya ha tenido suficiente.
Sobre el papel todo está claro, pero cuando empieza a poner en marcha el plan, sus ligues van de mal en peor. Y por si fuera poco, siempre hay un testigo misterioso: el vecino guapito del segundo B que no para de reírse de sus desgracias, pero, a la vez, es el único con quien puede compartir sus penas.
Entre ellos florecerá una amistad que se irá convirtiendo en algo mucho más interesante... y divertido. ¿Podrá Jo ser fiel a su única norma?
Una relación con derecho a roce, un edificio sin cobertura en el centro de Nueva York y un secreto que podría cambiarlo todo.
¿Y si entre la amistad y el amor solo hubiera un piso de distancia?
¿Y si los fantasmas, los ángeles y los dioses fueran reales? Y si estuvieran aquí, entre nosotros, y tú fueras descendiente de uno de ellos, ¿lo creerías?
Quinn es guay, inteligente y popular. Matilda es la hija de la odiosa familia de al lado, le gustan demasiado las novelas de fantasía y, claramente..., no es su tipo.
Pero todo cambia cuando Quinn es perseguido por unas misteriosas criaturas de la noche, sufre un accidente y comienza a ver cosas que solo pueden verse en la oscuridad. ¿En quién confiar cuando tu mundo y todo lo que creías cierto parece resquebrajarse por momentos? ¿En la chica rarita que quizá no es tan rara y sí bastante más divertida de lo que creías?
¿Y si para seguir adelante tuvieras que retroceder al punto donde todo comenzó?
Para Hunter, la música es mucho más que un conjunto de notas dando forma a una melodía. Las canciones que compone son un refugio. Acordes que hablan de sueños y miedos. De ganas y carencias. Compases que iluminan las sombras del frío y solitario mundo en el que ha crecido. Musas que han transformado su pasado en un presente brillante.Sin embargo, esa inspiración enmudece cuando encuentra una carta manuscrita en su buzón, que lo obliga a cuestionarse todo lo que sabe sobre sí mismo.
La vida de Willow se ha convertido en una caja de momentos desordenados y sueños frustrados. Siente que ha perdido su lugar en el mundo y ya no recuerda a esa persona que siempre quiso ser.
Mientras la nieve cae silenciosa, Hunter y Willow descubrirán que el destino no siempre tiene la última palabra y que los momentos, buenos o malos, nos van convirtiendo en todo lo que somos. Que a veces basta con escuchar al corazón para encontrarse a uno mismo. Y que hay amores de invierno, capaces de sobrevivir al deshielo y convertirse en canciones eternas.