Narnia… donde hay que decir adiós… y donde la aventura comienza de nuevo.
El unicornio afirma que los humanos son traídos a Narnia cuando allí hay agitación y problemas. Y Narnia está en problemas ahora: Un falso Aslan vaga por la tierra. La única esperanza es que Eustace y Jill, viejos amigos de Narnia, puedan encontrar al verdadero Aslan y devolverle la paz a la tierra. Su tarea es difícil pues, como dice el centauro: «Las estrellas no mienten nunca, pero los hombres y las bestias sí». ¿Quién es el verdadero Aslan y quién el impostor? .
Inició un viaje para sobrevivir y conoció el significado de la felicidad.
«Sólo hay tres reglas aquí. La primera: no enamorarse nunca. La segunda: no robarle el hombre a otra. La tercera: beber sólo champán de la mejor calidad. De esas tres reglas, al final sólo se respetó una.»
Rosa cruzó la frontera del País Vasco a Francia para ganar el dinero que necesitaba, trabajando en las fábricas de alpargatas. Sus sueños son grandes pero la cruda realidad impide que los cumpla... Hasta que las Damas aparecen en su camino: unas mujeres fascinantes, cosmopolitas y cultas, que viven una vida libre e independiente rodeadas de libros, ropa sofisticada y copas de champán. Rosa se siente fascinada por estas mujeres liberadas... ¿Quiénes son realmente? ¿Qué secretos ocultan? A su lado, Rosa aprenderá a no renunciar a sus sueños, y a desarrollar su talento para brillar como jamás lo hubiera imaginado.
Glace es la heredera al trono de Eísalh, pero hace diez años que la arrancaron de su hogar y la obligaron a exiliarse. Ahora, fuerzas oscuras amenazan con destruir el precario equilibrio de su mundo e iniciar una guerra entre reinos, y Glace es la llave para recuperar la paz.
En su camino a casa, conocerá a los Guardianes, personificaciones de la magia de los dioses, que a pesar de poseer un gran poder, sufren... y aman. Dividida entre el fuego y la tormenta, Glace tendrá que demostrarse a sí misma y a los demás que tiene la madera necesaria para ser reina.
Pero no todo el mundo es lo que parece y Glace tendrá que aprender a distinguir a sus aliados de sus enemigos... y a aquellos que puedan ser mucho más.