Una tierna y entrañable historia sobre un terrible TROL horrorosamente adorable.
Debajo del puente, muy cerca del río, se esconde una criatura que disfruta haciendo ruido. Hasta que una sorda conejita le hace reflexionar: «¿Y si no es tan divertido herir a los demás?» Pero antes de poderse reconciliar, una lección importante deberá aceptar: si con el resto se quiere amigar, a sí mismo tendrá que amar.
Zombis, brujas, serpientes gigantes... ¿A qué más tendrán que enfrentarse Trolero y Hardy en esta loca aventura?
Cuando Trolero y Hardy llegan a Villa Trigo, no pueden creer lo que ven:
¡la aldea está completamente devastada! No hay trigo, no hay Masa Madre
y lo que es peor aún…
¡¡¡NO HAY PAN!!! Es un desastre total…
Solo podrán salvarla dos auténticos héroes, tan valientes como para enfrentarse a hordas de zombis, brujas que adoran las matemáticas y la amenaza de un tal… ¿Lorito?
Dianna solo piensa en una cosa: vengarse. Cuando le arrancan la poca humanidad que le queda, decide entregarse a su faceta más monstruosa y ver el mundo arder.
Samkiel, el único que se niega a aceptar que la chica a la que amó se ha convertido en el monstruo que todo el mundo dice ver en ella, está decidido a hacer lo que sea para salvarla de sí misma, aunque eso implique perderla.
Ahora que todos los reinos están sometidos al ejército de Kaden y que se avecinan nuevas amenazas, Samkiel no puede permitirse bajar la guardia. Pero, a medida que Dianna se vuelve más sanguinaria, se da cuenta de que el tiempo se le está agotando y no sabe si será capaz de salvarla y sobrevivir…
Donde hay dioses, hay monstruos.