Anita convirtió un pañito mágico en amuleto y cómplice inseparable contra el miedo. Se lo regaló su abuela, quien lo cosió con sus propias manos y le puso sus iniciales en una delicada tela roja de algodón orgánico. Por un evento inesperado, el pañito se extravió y la niña organizó su búsqueda porque quería entregarlo a su abuelo para que sanara de una enfermedad.
Las narraciones que aparecen en este libro despliegan gran imaginación y fantasía. La dragona protagonista de la primera historia tiene claro que no lanzará fuego para vivir y se decide por algo más interesante. ¿Será más importante su nueva ocupación que ser una simple dragona?
Luna, la protagonista del segundo relato, es una niña alegre y brillante que presenta de manera clara su identidad, los aspectos físicos y psicológicos. Nos cuenta con un lenguaje sencillo sus aventuras con las estrellas, el sol y su juguete.