Después del final en punta del exitoso LAS CADENAS DEL REY, la tercera parte de la Saga Rey, regresa el romance monárquico más potente de todo el continente.
Dentro de la fortaleza del palacio de Lacrontte hay un hombre marcado por heridas del pasado y por los secretos de su linaje. Su corazón late por una mujer que no encaja en los planes del reino ni en las exigencias de la nobleza… y que no puede perdonarlo. Amarla significa arriesgar la estabilidad de una nación. Negarla sería condenarse a una vida sin alma.
Emily nunca soñó con llevar la corona del reino enemigo sobre su cabeza, pero el destino la arrastra al centro de un mundo gobernado por intrigas, alianzas ocultas y emociones que ponen a prueba su valentía. Sabe que amar al que rey le han enseñado a odiar implica arriesgarlo todo, incluso su propia seguridad. Sin embargo, también descubre en ese amor una fuerza que jamás creyó tener.
Juntos tendrán que enfrentarse a un pueblo que persigue su amor como un crimen, empujándolos a un abismo que obligará a sus corazones a fundirse en uno solo para resistir la tormenta que amenaza con quebrarlos.
Antes de la muerte de Adam, Nathan Tabiz era solo el Portador del Amuleto del Tiempo, Lilith Rheiz, la hija olvidada de la Suma Celestial, y Darien Veriz, un celestial más con un don que lo superaba.
Después de la muerte de Adam, todo ha cambiado. Ahora Nathan es un brujo dispuesto a todo por traer de vuelta a su antiguo amor, Lilith ha renacido como la santa elegida por Destino para llevar a los celestiales a la gloria y Darien se ha convertido en un rehén que deberá dominar su poder si quiere conseguir salir de la cárcel en la que le han metido.
Antes de la muerte de Adam, el mundo estaba en calma. Después de su muerte, solo queda un caos, en el que los demonios toman el control, los milagros retuercen el mundo y el pasado se confunde con el futuro cada vez más.
Nathan, Lilith y Darien están preparados para tomar las riendas de sus nuevas vidas.
Lo que no saben es que son piezas en el tablero de los dioses.
Y la partida solo acaba de empezar.