INFANTILES Y JUVENILES

En una oscura versión del futuro próximo, doce chicos y doce chicas se ven obligados a participar en un reality show llamado Los juegos del hambre. Solo hay una regla: matar o morir. Cuando Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, se presenta voluntaria para ocupar el lugar de su hermana en los juegos, lo entiende como una condena a muerte. Sin embargo, Katniss ya ha visto la muerte de cerca y la supervivencia forma parte de su naturaleza.

Aunque Sera se ha liberado de las garras de Kolis y ha regresado con sus seres queridos, no todo está en calma. Los recuerdos todavía la atormentan, pero Sera, por fin, tiene esperanza en un futuro con la otra mitad de su corazón y de su alma. Nyktos desea, ama y acepta todas las partes de ella... incluso las más monstruosas. Sera y Ash tienen que luchar por todo lo que hay en los mundos, y Nyktos no tiene ninguna duda de que Sera puede ser la Reina de los Dioses. No obstante, ella debe tener fe en sí misma si quieren convencer a las otras cortes para que los apoyen contra Kolis, y poder hacer así de Iliseeum y del mundo mortal lugares mejores y más seguros para todos. A medida que Sera empieza a desentrañar la importancia de su estirpe y del verdadero significado detrás de la profecía, queda claro que todo lo que ha ocurrido y lo que todavía está por venir es mucho más grande que Kolis y sus retorcidas obsesiones.

Todos esperaban que Violet Sorrengail muriera en su primer año en el Colegio de Guerra de Basgiath, incluso ella misma. Pero la Trilla fue solo el inicio de una serie de pruebas diseñadas para eliminar a los débiles, los indignos y los desafortunados. Ahora comienza el verdadero entrenamiento, y Violet no sabe cómo logrará superarlo. No solo por su brutalidad y exigencia física, sino porque el nuevo vicecomandante está decidido a demostrar que Violet es débil... a menos que traicione al hombre que ama. A pesar de tener un cuerpo más frágil que el de sus compañeros, la fuerza de Violet reside en su ingenio y su férrea voluntad. Además, los líderes parecen haber olvidado la lección más importante que Basgiath enseña: los jinetes de dragones crean sus propias reglas.