CADA VEZ QUE SE USA EL AMULETO DEL TIEMPO, EL RESTO DEL MUNDO SUFRE.
Nathan Tabiz aprendió esa lección hace muchos años, igual que aprendió que el mundo más allá de las murallas del Sacro Reino de Daiva es peligroso y está lleno de demonios. Aprendió, también, que el poder del tiempo es codiciado y perseguido y que el deber de los celestiales es protegerlo.
Por eso, cuando heredó el Amuleto, ya sabía que jamás debía usarlo. Lleva toda la vida jurando que no lo hará: lo juró cuando su madre lo dejó en sus manos, se lo ha jurado mil veces al dios al que sirve, se lo ha jurado otras mil a sus amigos.
Sin embargo, nunca le ha dicho a nadie todas las veces que ha querido romper su palabra:
Cuando su madre murió.
Cuando le nombraron Portador.
Cuando dio su primer beso.
Sí, Nathan Tabiz sabe que no debe usar el Amuleto.
Lo que no sabe es que la persona de la que se ha enamorado morirá en tres días.
Leah McCartney y Alexander Colbourn llevaban consigo el peso del pasado conflictivo de sus padres; su casi inexistente relación era hostil, pero un viaje a Las Vegas, una excitante noche de tragos y un acta de matrimonio unió sus mundos de una manera inesperada y explosiva...
Leah estaba dispuesta a acabar con ese terrible error antes de que su novio y sus padres se enteraran, pero, aunque aún no lo notaba, ya era tarde para hacerlo… Todo lo que conocía antes de él empezó a carecer de sentido. La gelidez de su monótona vida ya no parecía llenarla, y a pesar de querer borrar su irritante sonrisa a puñetazos la mayor parte del tiempo, su cuerpo respondía a él, sus caricias le despertaban los sentidos, su irreverencia ponía su mundo de cabeza.
Eran un error, ambos lo sabían, pero no se imaginaban de qué magnitud hasta que el oscuro pasado de sus familias se convirtió en una amenaza para su relación, sin embargo, hay errores que lo valen todo y ellos tenían que decidir si apostar o retirarse del juego. Si apagar el fuego o arder en las llamas de lo prohibido. Si aceptar su irresistible atracción y tocar el cielo, o ceder ante un infierno de secretos y mentiras.
El matrimonio entre Leah y Alex salió a la luz, fue lanzado al aire como una granada activada a manos del enemigo, quien estaba dispuesto a aprovechar cualquier debilidad para separarlos. Sin embargo, ellos estaban listos para enfrentarse a todas las armas que apuntaban en su dirección.
¿El problema? La mitad de ellas estaban empuñadas por sus propias familias.
La unión entre los herederos de los McCatney y los Colbourn marco el inicio de una batalla campal, y los secretos que sus padres habían enterrado en el pasado estaban a punto de abandonar sus tumbas para llenarlo todo de sombras, lágrimas y dolor.
Leah y Alex sabían que nos veríamos fácil, que sus padres y enemigos lucharían con uñas y dientes para separarlos, y estaban listos para enfrentar al mundo entero solo para mantener a salvo su vibrante relación, pero no tenían idea de que los errores de sus padres los alcanzarían como una bala perdida, no se imaginaban el peligro inminente que los acechaba. Un peligro que no solo pondría en riesgo su matrimonio, sino también sus vidas."
Hace mil años, Dianna sacrificó su vida mortal en los desiertos de Eoria para salvar a su hermana. Rezó a cualquiera que la escuchase, sin saber que quien respondería a sus plegarias sería un monstruo peor que cualquier pesadilla. Convertida ahora en villana, Dianna tiene que robar una reliquia de las criaturas que la han estado acechando.
Han cambiado muchas cosas desde que Liam se llamaba Samkiel, allá en el viejo mundo, pero algo sigue igual: es el Destructor de Mundos, un mito para sus enemigos, un rey y héroe para quienes le son leales. Tras la Guerra de los Dioses, Liam abandonó su corona y sus responsabilidades, dejando a su suerte a quienes más lo necesitaban. Pero cuando atacan a sus seres queridos, vuelve al reino al que nunca quiso regresar y a las zarpas del enemigo al que apresó hace milenios.
¿QUIÉN ES EL CULPABLE?
¡RESUELVE LOS CASOS OBSERVANDO LA ESCENA DEL CRIMEN!
1. Observa la escena.
2. Lee los testimonios.
3. Sigue todas las pistas.
¿Qué puede haber pasado? ¿Qué esconden los sospechosos? ¿Quién está detrás de todo? ¿Y si la respuesta estuviera delante de tus ojos?
¡Pon a prueba tu capacidad de deducción!
¿Aceptas el reto?
Ivy ha crecido entre lagos cubiertos de hielo y bosques vírgenes, rodeada de la nieve que tanto ama. Por eso, cuando se queda huérfana y se ve obligada a trasladarse a California, no puede dejar de pensar en lo que ha dejado atrás y el peligroso secreto que lleva consigo.
Ahora, la única familia que le queda es la de John, su padrino. Pero no tardará en comprender que su hijo Mason ya no es el niño desdentado que había visto en una foto cuando era pequeña. Cuando le sonríe por primera vez, Ivy se da cuenta de que convivir con él resultará más difícil de lo previsto. Mason no la quiere allí, y no se molesta en ocultarlo.
Mientras Ivy trata de mantenerse a flote entre las impetuosas olas de su nueva vida a orillas del océano, Canadá y sus misterios no dejan de atormentarla. ¿Logrará su corazón, blanco como la nieve, florecer de nuevo y vencer el hielo invernal?