Daniela tiene casi 15 años y no conoce a su padre, ni siquiera sabe quién es ni dónde se encuentra. Su madre guarda absoluto secreto sobre aquella etapa de su vida en que la tuvo, a pesar de las insistentes preguntas y reclamos de su hija. Esta, a veces, reza en voz baja una versión propia del Padre nuestro, a la espera de alguna revelación. Cuando se mudan a la capital, Daniela hará nuevos amigos como Linda y Ángel. Por ellos, durante un fin de semana en Punta Cana, llegará la sorprendente respuesta al gran misterio de su vida.
Este relato muestra cómo a veces una decisión puede transformar radicalmente toda una vida... y esto es justo lo que le sucede a Charlie. Ha sido elegido para visitar la maravillosa fábrica de chocolate Wonka. Su manera de ser hará que el señor Wonka se fije especialmente en él.