En su nuevo curso, las compañeritas empiezan a reírse del cabello de Lucía Ricitos porque es rizado, le dicen «pelo malo». La niña se defiende con uñas y dientes y después de una charla con la directora aprende que sus rasgos físicos son únicos, como los de cada persona, y que su pelo no es bueno ni malo sino diferente… Y convence a su madre de no hacerle el desrizado nunca más.
Asombro y puro placer despiertan estos cuentos "sin ningún porqué", donde lo increíble cobra vida. el árbol seco convertido en jirafa, el niño que gana la carrera con un pie ligero y otro pesado, el mono parlante que solo dice monosílabos, el pequeño ladronzuelo de las sombras de los demás, la ventana abierta sobre el piso en lugar de la pared...
Los animales se aburren como ostras. Pasan el tiempo debajo de un árbol de flamboyán,echándose freco y mirando a las hormigas subir por el tronco. Hasta que un día, una bandada de cotorras les propone un inesperado concurso que va a sacarlos de su pereza y desánimo. Una fábula sobre el esfuerzo, la autoestima y las habilidades propias.
Había una vez una almohada muy especial que pertenecía a José Antonio. De un lado, el durmiente soñaba sus sueños y del otro daba respuestas a situaciones concretas y reales que otros niños le consultaban a nuestro protagonista. Pero un día la almohada cayó en manos de unas personas malvadas, avaras, vanidosas y envidiosas. ¿Y saben lo que hizo? Pues no se quedó de brazos cruzados, decidió darles su merecido. Esta es la historia de una almohada que descubre el corazón de cada persona.