Han pasado meses desde el accidente que mató a Hayley, la mejor amiga de Ella, y Ella no puede dejar de culparse. Después de un tiempo, vuelve a retomar sus clases pero todo le recuerda a su mejor amiga, incluido Sawyer, el novio de Hayley.
Entre ellos, a través de un grupo de duelo del colegio al que los amigos más cercanos de Hayley están obligados a asistir, empezará a surgir química y se acercarán cada vez más... hasta que Hayley se da cuenta de lo peor: está enamorada del novio de su mejor amiga.
Cuando descubre que nada de lo que Hayley le dijo sobre Sawyer era cierto, Ella ya no puede dejar de encontrarle irresistible... y, aunque sabe que está en peligro, su deseo de estar con Sawyer es más fuerte que cualquier duda.
Los dinosaurios no se extinguieron. Viven en cada niño que se siente velocirráptor o cada niña que se cree triceratops, es decir, en cada niñosaurio. Pero estas criaturas magníficas no lo tienen todo fácil. Deberán enfrentarse (cada una a su manera, cada una con su historia) a un mundo en el que no siempre es bienvenida la diversidad: de cuerpos, de mentes ¡y hasta de alimentos!
Una historia ilustrada de modo muy original y creativo, para charlar sobre cómo tolerancia no significa necesariamente amistad
Eva era como todo el mundo, salvo por esa cola de dinosaurio con la que nació. Sus padres dudaban de si debería ir a la escuela. La pequeña, deseosa de aprender y tener amigos, impuso su voluntad: iría a clases. Todo marchaba a la perfección: le gustaban las lecciones y los compañeros le caían bien. Hasta que llegó Memo, quien se burlaba de ella sin el menor empacho. Este niño cruel sólo estaba enojado: mientras Eva era feliz con su cola de dinosaurio, él odiaba su enorme cresta de saurio.
Mate es un niño que, como tantos, siente una enorme fascinación por los dinosaurios. Sin embargo, a diferencia de tantos otros, no crecerá. Su cuerpo mantendrá su estatura por debajo del promedio toda la vida. Un día, en un centro comercial en construcción, cerca de su casa, encuentran huellas de un alosaurio, es decir, lagarto extraño, nada menos. Niño y animal se comunicarán, ¿en sueños?, y quedarán contentos, sabiendo que, a su manera, los dos son excepcionales.