Vas por la vida pensando que hay tantas cosas que necesitas tener…
hasta que te quedas solo con tu teléfono, tu cartera y una foto de tu madre.
Marin no ha vuelto a hablar con nadie de su antigua vida desde el día que decidió dejar todo atrás. Nadie sabe la verdad. Ni siquiera su mejor amiga, Mabel. Pero incluso a miles dekilómetros de la costa de California, en Nueva York, Marin todavía siente el peso de la tragedia de la que ha tratado de huir.
Ahora, meses más tarde, a solas en un dormitorio vacío, durante las vacaciones de invierno, Marin espera. Mabel está a punto de llegar, y con su llegada, Marin se verá forzada a enfrentar todo aquello que ha tratado de olvidar.
¿Estamos okey? Un verano para recordar es Nina LaCour en su máximo esplendor, con una representación del duelo magníficamente elaborada y dolorosamente honesta. Imprescindible.
El destino de los reinos está en manos de dos huérfanas... y de la pasión que sienten la una por la otra.
Farleigh es solo un orfanato. Al menos, eso es lo que quieren que todo el mundo crea, pero las hermosas huérfanas Nox y Amaris saben que no es así. Son mercancías en venta, a la espera de que las compre el mejor postor. Cuando un famoso burdel ofrece una fortuna por Amaris, Nox acaba ocupando su lugar, y Amaris huye a las montañas, hogar de misteriosos asesinos.
Nox y Amaris nunca olvidan una cosa: no se detendrán ante nada por volver a estar juntas. Pero la guerra se cierne sobre ellas, y las dos se verán envueltas en un conflicto entre lo feaérico y lo humano, lo mágico y lo mundano.
Un testimonio sincero y desgarrador que aborda los riesgos de la fama, las relaciones tóxicas, los peligros del mundo de la moda o los problemas de salud mental
«Querido lector, esto es de mí para ti, para que te encuentres y me encuentres. Para que veas a través de mis ojos. Para que escuches mi verdad. Para que nos tomemos un café o un vino juntos, riamos, lloremos y nos hagamos cómplices. Estás en un front row, oyendo mis pasos firmes al desfilar y, a la vez, todo lo que esconde este mundo. Estás detrás del objetivo de un fotógrafo. Estás en la primera fila de un teatro viendo mi vida en directo, como espectador, y espero que te vayas con un mensaje, tu propio mensaje.
Querido lector, estás viendo a escondidas, por un agujerito en la pared, una de mis terapias psicológicas. Estás haciéndote pasar por sacerdote escuchando todas mis confesiones. Estás detrás de un escaparate observándome. Estás en la cama escuchando cómo tus padres te leen un cuento, aunque nunca lo hayan hecho. Estás en tus clases del colegio atento a algo que quizás no te sirva como lección...