Ella viene de la nada.
Avery tiene un plan: pasar desapercibida, trabajar duro para aspirar a un futuro mejor. Entonces un excéntrico multimillonario fallece y le deja casi toda su fortuna. Y nadie, tampoco Avery, sabe por qué.
Ellos lo tenían todo.
Ahora tiene que mudarse a la mansión que ha heredado, que está llena de secretos y códigos, y en la que residen los parientes del fallecido: una familia dispuesta con el único objetivo de descubrir por qué Avery ha heredado todo "su" dinero.
Ahora solo hay una regla: quién gane se queda con todo.
Pronto Avery se verá atrapada en un juego letal en el que participa toda la familia. ¿Hasta dónde serán capaces de llegar para recuperar su fortuna?
Una joven lectora muy exigente no aceptará clichés en esta historia. No hay princesas en peligro, dragones y brujas malvadas. Ni violencia ni alcohol: no son buenos para los pequeños lectores. Pero los cuentos clásicos y de hadas están llenos de clichés y detalles políticamente incorrectos... y si quieres eliminarlos, puedes obtener resultados bastante extraños. Una historia que lo da vuelta todo para dejarnos con una gran sonrisa en la boca.
La jirafita está triste, se siente diferente a los demás porque... ¡no tiene manchas! Claro que en su clase también hay una cebra sin reyas, un león sin melena y un hipopótamo que no sabe nadar y eso le va a ayudar a no preocuparse tanto.