Gyo, el hijo de Ren, el sacerdote del templo, acaba de romper un precioso jarrón de porcelana. Se escapa al bosque y allí conoce a Baba-san, el espíritu que vela por el templo. Baba-san le va a ayudar a superar su torpeza al confiarle una misión arriesgada. A fuerza de perseverancia y gracias a su ingenio, Gyo va a tener éxito y reparará su falta.
Conoce, al mismo tiempo que el Dr. Watson, al más famoso detective de la literatura, cuyo fantástico sentido de la observación y capacidad de deducción le permiten resolver hasta el más oscuro de los crímenes.
La primera regla del punk es una conmovedora exploracion de la amistad, la busqueda de uno mismo, y el aprender a “rockear” como si nadie te esta mirando.
No hay atajos para navegar el primer día de clases en una nueva escuela – no se arregla con cinta gafer como lo harías con tu par de tenis Chuck Taylor. La adolecente Malú, (María Luisa, si quieres irritarla), logra molestar a la chica mandamás de Posada Middle School, romper el código de vestimenta con su vestido punk rock, y decepcionar a su madre, quien es profesora universitaria. Y todo esto en su primer día de escuela intermedia. Su padre, quien ahora vive a miles de millas de distancia, le dice que las cosas mejorarán siempre y cuando nunca olvide la primera regla del punk: ser tú mismo.
La auténtica Malú ama el rock and roll, las patinetas, las revistas de manualidades y el Soyrizo (sin cilantro, por favor). Cuando empieza a encontrar otros estudiantes inadaptados con intereses parecidos, y forma su propio grupo musical, Malú empieza a sentirse feliz. Para resguardar esa nueva felicidad, ella haría cualquier cosa, incluyendo el enfrentarse con los administradores “anti-punk” de su escuela, ¡y luchar por su derecho a expresarse!