A Alan le encantaban el deporte y las piruetas aéreas. Pero un buen día de 2018, la vida decidió ponerle un enorme obstáculo: una mala caída le produjo una lesión medular y las piernas dejaron de responderle.
Ahora es tetrapléjico. Y también un modelo de superación, de no rendirse, de darle a su vida una nueva perspectiva para continuar adelante, experiencias que cuenta en sus redes sociales.
En este libro, Alan nos demuestra que la vida es un alud imparable y que, a pesar de los obstáculos, puede seguir siendo él mismo.
Con humor, simpatía y una heroína atípica que es más valiente de lo que cree, Ajo y el vampiro nos recuerda la importancia de creer en uno mismo y también que los desconocidos no siempre son tan temibles como parecen. Ajo siente que siempre lo hace todo mal. No importa cuánto la animen Zanahoria y la amable Bruja Agnes, Ajo solo desea ocuparse de su huerto, un lugar bonito y seguro, y vivir en su pequeña aldea con el resto de vegetales. Pero cuando llegan noticias de que un sanguinario vampiro se ha mudado al cercano castillo abandonado, todos coinciden en algo: a pesar de sus temores e inseguridades, nadie mejor que Ajo para plantarle cara. Y, con las esperanzas de todos puestas en ella, acepta enfrentarse al misterioso vampiro confiando en poder salir airosa. Al fin y al cabo, el ajo ahuyenta a los vampiros… ¿verdad?
Una promesa inocente, un engaño, una noche de borrachera, una decisión crucial y una confesión son suficientes para cambiar una vida entera. Él se ha preparado durante veintiún años para ser el amor literario de las chicas que le rodean y su mayor objetivo es hacerlas felices. Ella ha pasado sus dieciocho años enamorada del único chico al cual nunca podrá tener y lucha para sacarlo de su cabeza. Y eso la lleva a cometer un gran error. Una noche todo cambia para los dos y tras eso tendrán que decidir si vale la pena continuar o dejarlo como un desliz inocente, ya que sus familias están en juego. Para él, ella es la equivocación más hermosa de su vida. Para ella, él es la mayor prueba a la que se tendrá que enfrentar y en el proceso descubrirá que muchas veces los tabúes pesan, por más que una mente aprenda a modernizarse. Ambos creían que amar lo prohibido no siempre es un pecado, pero les importaba lo que sus familias pensarían.