Al igual que el aviador de la novela El Principito, Antoine de Saint-Exupéry sufrió un accidente mientras pilotaba un avión y cayó en pleno desierto del Sahara junto a su amigo y copiloto André Prévot. Solos y sin apenas comida, rápidamente sufrieron los efectos de la deshidratación
y comenzaron a tener alucinaciones, hasta que, afortunadamente, un beduino los encontró y los salvó.
Era un sapito verde, como tantos. Un día le cayó pintura azul y se volvió de este color. El Sapito Azul va de viaje y a la escuela. Se baña, canta y vuela. Baila en la fiesta de graduación y conduce en la calle. El Sapito es alegre, animoso y contagia la dicha de vivir. Todo lo cuenta en décimas, tanto en español como en inglés.
El mítico Mundo de Erín está en pelígro. Para salvarlo, las chicas del Club de Tea tendrán que demostrar su valor y resolver los enígmas de las hadas. Las ayudarán gnomos, elfos y anímales mágicos, y tendrán que defenderse de molestos duendes y terríbles ogros. Una aventura ínolvidable, entre la fantasía y la realidad.