Jesús y Francis son buenos amigos. A Francis le encanta la magia y a Jesús, las ciencias naturales. Un día Francis se enferma y Jesús va a visitarlo. Entre los árboles del camino, envueltos en una extraña neblina, se topa con una mariquita, un cervatillo y un búho que parece decir su nombre. Desea tener una cámara de video para compartir con su amigo los encuentros; lo que no sabe es que quizá la magia de Francis tenga algo que ver con la presencia de esos animales.
Los animales se aburren como ostras. Pasan el tiempo debajo de un árbol de flamboyán,echándose freco y mirando a las hormigas subir por el tronco. Hasta que un día, una bandada de cotorras les propone un inesperado concurso que va a sacarlos de su pereza y desánimo. Una fábula sobre el esfuerzo, la autoestima y las habilidades propias.
En esta colección de cuentos, don Juan Manuel nos ofrece una gran diversidad de situaciones y de tipos humanos que recrean vivencias que los seres humanos han podido experimentar en cualquier momento de la historia, incluso en la actualidad, y de las que siempre podemos aprender.
Al quedar huérfano, Juan se va a vivir con su tía en un barrio de la Capital. El muchacho se da a querer en el vecindario y se integra con facilidad al nuevo ambiente. Como tiene un gran corazón, empieza a ayudar a un joven, miembro de una banda, que desea dejar ese tipo de vida. ¿Se da cuenta Juan de los riesgos que corre?
"Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra. Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran y, si quieres sobrevivir, no debes estar alli para entonces". Todo sigue un orden y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego. ¿Y si un día abrieras los ojos y te vieses en un lugar desconocido sin saber nada mas que tu nombre? Cuando Thomas despierta, se encuentra en una especie de ascensor. No recuerda qué edad tiene, quién es ni cómo es su rostro. Solo su nombre. De pronto, el ascensor da un zarandeo y se detiene. Las puertas se abren y una multitud de rostros le recibe. "Bienvenido al Claro dice uno de los adolescentes. Aquí es donde vivimos. Esta es nuestra casa. Fuera está el laberinto. Yo soy Alby; el Newt. Y tú eres el primero desde que mataron a Nick".