Basado en cientos de entrevistas con los propios directores, pero también con productores, estrellas, agentes, guionistas, ejecutivos de los estudios, esposas y ex esposas, el libro de Peter Biskind narra día a día la epopeya de los jóvenes lobos de Hollywood, la génesis de sus películas y sus luchas contra el establishment.
Moteros tranquilos, toros salvajes es la espléndida crónica de ese viaje alucinante que fue Hollywood en los años setenta, la historia apasionante y verídica de la última gran edad de oro del cine americano, una exaltada celebración de la creatividad y la experimentación, pero también del sexo, las drogas y el rock and roll.
Frank Frazetta has reigned as the undisputed king of fantasy art for 50 years, his fame only growing in the years since his death. With his paintings now breaking auction records (Egyptian Queen sold for $ 5.4 million in 2019) he’s long overdue for this ultimate monograph.Born to a Sicilian immigrant family in Brooklyn, 1928, Frazetta was a minor league athlete, petty criminal and serial seducer with movie star looks and phenomenal talent. He claimed to only make art when there was nothing better to do – he preferred playing baseball - yet began his professional career in comics at age 16. Strip work led him to the infamous EC Comics, then to oils for Tarzan and Conan pulp covers. Both characters were interpreted by many before him, but as he explained in the 1970s, “I’m very physical minded. In Brooklyn, I knew Conan, I knew guys just like him,” and he used this first-hand knowledge of muscle and macho to redefine fantasy heroes as more massive, more menacing, more testosterone-fueled than anything seen before. As counterbalance he created a new breed of women, nude as censorship allowed, with pixie faces and multiparous bodies: thick thighed, heavy buttocked, breasts cantilevered out to there, yet still, with their soft bellies and hints of cellulite, believably real. Add in the action, the creatures, the twilit worlds of haunting shadow and Frazetta’s art is addictive as potato chips.
George Lucas es uno de los cineastas más reconocidos y admirados de todos los tiempos. En este libro, David M. Buisán nos descubre la fascinante historia de su vida y obra. A través de sus vibrantes ilustraciones, podremos revivir escenas icónicas de las películas de Lucas, además de conocer detalles y curiosidades sobre la producción y realización de sus grandes trabajos y de otras obras menos conocidas.
De música, por supuesto sus inicios, referencias y maestros, sus trabajos, pero también de otros asuntos más personales sus miedos y sueños y universales amor, drogas, política, religión, muerte es de lo que el autor de este libro, reconocido periodista cultural con varias biografías de estrellas de la canción española en su haber, ha conversado a lo largo de tres décadas con los 40 grandes músicos e intérpretes que lo protagonizan.
Tras los libros de Paulino Viota sobre Ford y Godard, aparecidos en esta misma colección, ha llegado el momento de homenajear al autor y hombre de cine en su faceta de profesor, un docente carismático, divertido, profundo, que penetra junto a sus alumnos en la historia del cine como en un refugio cotidiano desde el que contemplar el mundo y afilar la imaginación. Se transcriben aquí (salvando, en la medida de lo posible, la singularidad de la palabra y la teatralidad de los gestos de aquel contexto privilegiado) las cinco clases de un curso de 2012 sobre la teoría del cine de Eisenstein impartido en la Filmoteca de Santander, en las que asistimos a la paulatina clarificación del complejo pensamiento de uno de los mayores cineastas que han existido, a su vez principal teórico del montaje desde sus posibilidades rítmicas, plásticas y orgánicas, a sus capacidades relacionales, afectivas e intelectuales. Pero El genio de Eisenstein es mucho más que el trazo de un curso o la memoria compartida de la enseñanza de un experto, ya que Viota, para paliar la ausencia de las proyecciones de fragmentos fílmicos que interrumpían el flujo de las explicaciones, ha completado un exigente apartado de análisis y descripciones (que diseccionan los momentos álgidos de la obra del director de El acorazado Potemkin o las secuencias de otras películas traídas a colación, como el inolvidable «camino hasta el beso» de Recuerda de Hitchcock), lo que supone su mayor aportación hasta la fecha a la obra del venerado artista soviético.