Criticado en vida tanto por su estilo como por sus temáticas, el frances Édouard Manet (1832-1883) es considerado en la actualidad una figura crucial de la historia del arte: el pintor que posibilitó la transición del Realismo al Impresionismo.
En su obra, Manet combinó una gran tecnica pictórica con imágenes asombrosamente modernas de la vida contemporánea, centradas en el París más urbanita. Retrató los parques, bares y cabares de la ciudad, a menudo recreándose en aspectos provocadores y clandestinos. El Salón de París rechazó su Almuerzo sobre la hierba, donde hombres completamente vestidos aparecen junto a una mujer desnuda. Y la pose descarada de una prostituta de mirada inmutable, Olympia, versión moderna de la Venus de Urbino, de Ticiano, escandalizó a la sociedad de su tiempo.
Repleto de ilustraciones, este libro presenta la obra de Manet y descubre la manera única en la que el pintor combinó Realismo e Impresionismo, re interpretando también a los antiguos maestros, en un estilo que se convertiría en paradigma para las generaciones modernistas venideras.
Ernst Haeckel (1834-1919) fue un biólogo, naturalista, evolucionista, artista, filósofo y doctor alemán, que dedicó su vida a la investigación de la flora y la fauna tanto de las cimas de las montañas más altas como de los océanos más profundos. Como ferviente partidario y estudioso de las teorías de la evolución de Darwin, denunció el dogma religioso, escribió tratados filosóficos, obtuvo un doctorado en zoología y acuñó términos científicos, ahora de uso común, como ecología, filo y célula madre.
El inmenso legado de Haeckel ha fascinado, desconcertado y polarizado a varias generaciones. Pero ¿cuál era la esencia de la extraordinaria labor de su vida? Al igual que su predecesor intelectual, Alexander von Humboldt, Haeckel no sólo buscaba descubrimientos nuevos sino también explicaciones.
Antoni Gaudí fusionó orientalismo, formas naturales y materiales nuevos en una estética modernista única que colocó a Barcelona en el mapa global de la arquitectura. A través de nuevas fotografías, planos y dibujos realizados por el propio Gaudí, así como un extenso apéndice de todas sus obras que incluye mobiliario y proyectos inacabados, este...
La vida de Antoni Gaudí (1852-1926) fue compleja y contradictoria. En su juventud se unió al movimiento nacionalista catalán y fue crítico con la Iglesia; hacia el final de su vida se dedicó por completo a la construcción de un espectacular templo: la Sagrada Familia. De joven, Gaudí llevaba una vida social glamurosa digna de un dandi. En el momento de su muerte, atropellado por un tranvía en las calles de Barcelona, iba tan mal vestido que los transeúntes creyeron que se trataba de un vagabundo.
La incomparable arquitectura de Gaudí es una muestra de la complejidad de sus múltiples facetas. De las brillantes superficies y las formas orgánicas de la Casa Batlló a la matriz hispanoárabe de la Casa Vicens, su estilo modernista único muestra influencias del orientalismo, las formas naturales, los nuevos materiales y la fe religiosa. Aún hoy, su estética es reconocida en todo el mundo.