Durante muchos años, Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, quedó sepultada bajo demasiados estereotipos que no hacían justicia a un personaje fascinante. Este libro rescata a la mujer y al icono que marcó una época, se convirtió en una de las personas más famosas y admiradas del mundo y contribuyó, como pocas, a abrir España a la modernidad. Ella fue el mejor exponente de una aristocracia que se codeaba con escritores y artistas, que abrazaba la cultura y la moda, y que disfrutaba de una vida cosmopolita con amistades por todo el mundo. También fue una mujer que entendió que los títulos no son un privilegio, sino una responsabilidad, y se entregó a miles de obras benéficas.
La duquesa vivió una vida de novela y por estas páginas aparecen paisajes y personajes irrepetibles: de Winston Churchill a la reina Victoria Eugenia o el diseñador Yves Saint Laurent, de Jackie Kennedy a Grace Kelly o Audrey Hepburn, de la Inglaterra de la Segunda Mundial al St. Moritz donde se reunían Onassis y Jean Cocteau, de la España de la dictadura al Estoril del exilio y el Estados Unidos del cine de Hollywood.
Cayetana fue testigo de excepción de momentos históricos decisivos y ella también, discretamente, contribuyó a muchos. Aunque muy pocas veces se haya explicado como merece su implicación directísima en algunos episodios clave de nuestra historia reciente. Hasta ahora.
Marcel Proust no habría llegado tan lejos en la escritura de su obra maestra sin la ayuda de una persona en la sombra: Céleste Albaret. Ella lo atendió con mimo y devoción durante nueve años hasta el mismo día de su muerte. Ingenua, pero a la vez inteligente y refinada, y dotada de una infinita paciencia e intuición, Céleste hizo las veces de secretaria, mensajera, sirvienta, madre y fuente de inspiración. Pronto Marcel y Céleste se hicieron indispensables el uno para el otro: una relación que no estuvo exenta de asperezas y que derivó en una amistad profunda y muy fructífera.
Chloé Cruchaudet traza el retrato íntimo y apasionado de una mujer única y capta de manera inigualable la magnética atmósfera de un tiempo perdido.
La biografía del llamado príncipe de los ingenios escrita por el director de la RAE.
La vida de Cervantes está contada en este libro partiendo de los fragmentos de autobiografía que el escritor dejó en sus obras. Él es el primer narrador, por tanto. Pero la biografía aquí relatada ha sido completada añadiendo investigaciones y hallazgos de muchos autores, desarrollados durante más de un siglo y medio. Se incorporan a la narración de modo sucesivo y el lector va incrementando su información tanto sobre la traza vital del genio como sobre la historia de su biografía.
El mismo método se aplica a la historia de la publicación de su obra para analizar cómo llevar a cabo la edición más perfecta del Quijotese convirtió en una admirable competición intelectual. Y también para contar cómo el autor y sus creaciones llegaron a convertirse en mitos universales y, en concreto, elQuijote en una especie de texto sagrado en el que los críticos han encontrado enseñanzas inagotables.
Más de la mitad de este libro está dedicada a indagar sobre las fuentes del Príncipe de los Ingenios. Se nutrieron sus creaciones con su imaginación portentosa y asombrosa capacidad narrativa. Ambas servidas por la información del lector curioso y constante que fue Cervantes y por las vicisitudes de su azarosa vida, que convirtió entera en literatura. Hay inclinaciones fáciles de detectar en los libros del escritor de Alcalá de Henares: la literatura popular, cuentos, consejas y refranes; la política y la sociedad de su tiempo, sometidas a transformaciones muy profundas, pero lentas, que permitían a los hombres de su época mantener un pie en el pasado mientras se formaba el Estado moderno. Le interesaron sobremanera las relaciones de pareja, que llenan su obra más que ningún otro argumento. Se valió gozoso de algunas de las creencias más extendidas en la Europa de su tiempo, como la brujería y los encantamientos. Y supo mucho de leyes y de justicia. Con estos ingredientes principales y una gran facilidad para seducir y entretener amasó su deslumbrante literatura.
Este libro convoca y cruza, de un modo realmente enriquecedor y novedoso, la biografía, la crítica literaria, el contexto histórico y el análisis de los conjuntos temáticos que más atrajeron a Cervantes, que expone con una meticulosidad y una erudición implacables.
Por su originalidad, tratamiento preciso y exhaustivo de la información, revisión de conclusiones hasta ahora indiscutidas y rigor de sus planteamientos, este libro marcará un hito en la bibliografía literaria de nuestro tiempo.
“Así siento que ha sido toda mi vida: un huracán, un torbellino, un tsunami arrasador que siempre me ha traído grandes alegrías, me las ha quitado, para volverme a traer más en este incesante vaivén. ¡O tal vez el huracán soy yo! Porque allá donde voy, me dicen que siempre se arma un revolú.” - Charytín
Desde una infancia dolorosa con complicados secretos familiares a un amor muy diferente al de las novelas, Charytín Goyco nos lo cuenta todo, con su peculiar tono cargado de drama y comedia a la vez.
El autor Lic. Libio Amaury Matos, quien escribe nunca
pensó escribir un libro o biografía sobre el Che Guevara.
En principio tenía ese pensamiento, porque no quería que me
asociaran a la corriente política comunista, ni socialista, ni
tampoco como un ferviente fanático, admirador o seguidor
del famoso líder revolucionario Che Guevara o del gobierno
revolucionario cubano. También porque pensaba que ya se
habían escritos muchos libros sobre el rebelde sin causa, los
cuales confi eso a mis lectores que ninguno de ellos nunca leí,
ni tan siquiera una página completa.
Código fuente no es un libro sobre la época dorada de Microsoft ni sobre la creación de la Gates Foundation, tampoco sobre el futuro de la tecnología. Es la historia humana, personal, de cómo Bill Gates se convirtió en quien es hoy, de su infancia y de sus tempranos intereses y proyectos. Es también la historia de su abuela, una mujer de principios, y de sus ambiciosos padres; de sus primeras amistades verdaderas y de la muerte repentina de su mejor amigo; de sus problemas para integrarse y de su descubrimiento de la programación y los ordenadores en los albores de una nueva era; de cómo siendo adolescente emprendió un camino que empezó con escapadas a medianoche a un centro de informática cercano y culminó en la habitación de su residencia universitaria, donde puso en marcha una revolución que cambiaría el mundo.
Inspirada en la abrumadora respuesta que tuvo la campaña mundial que inició Mosse en las redes sociales bajo el hashtag #WomanInHistory, que se lanzó en 2021, esta importante obra de no ficción recopila, de manera rica y detallada, más de 1.000 voces de mujeres no escuchadas o poco escuchadas. También nos ofrece la siguiente pregunta vital: ¿cómo y por qué los logros de las mujeres se han omitido rutinariamente de los libros de historia y cuáles son las consecuencias de contar solo la mitad de nuestra historia humana?
En estas páginas, conocerás a casi 1000 mujeres cuyos nombres merecen ser mejor conocidos:
- mujeres que dedicaron su vida al mundo natural o a la medicina,
- mujeres valientes que resistieron y lucharon por lo que creían para defender a sus familias, su cultura y sus países,
- heroínas anónimas del escenario y la pantalla.
Un joven pianista de Chicago se alista a las Brigadas Internacionales y viaja a la España de la Guerra Civil en lucha contra el fascismo, donde perderá el brazo derecho. De regreso a los Estados Unidos, el suyo será un relato de superación que lo convertirá en una leyenda de la bohemia artística de Chicago, en un storyteller prodigioso y en un pionero de la contracultura, que nos contará, como si de un libro de caballerías se tratase, la historia norteamericana de la segunda mitad del siglo XX.
«Fue un superviviente que se aferró a la vida. Una lección ambulante de resistencia y de superación sonriente. Un perdedor entre perdedores al que nada termino´ de salir bien, pero del que todos se encariñaban. Un idealista a quien la vida maltrato´ con saña, obligado a descubrir demasiado pronto que la vida «iba en serio» y que, pese a ello, se obstino´ en vivirla hasta no poder más. Sin resentimiento. Mentor espiritual y gurú salvador para muchos, aunque él no supiera redimirse, como los buenos mesías. Un hombre esencialmente libre y de una cierta candidez. Un buen tipo. Un amor. Un idealista iluso. Un maestro of the streets. El pianista de un solo brazo. Aquel pecador tan agradable. El rey de los callejones».
¿Cómo se construye una nación? Este revolucionario estudio de Eugen Weber, publicado originalmente en 1976 pero nunca traducido al español hasta ahora, ofrece una iluminadora respuesta a esa pregunta a través del caso de Francia, considerado el ejemplo más acabado de identidad nacional perdurable a lo largo del tiempo. Weber demuestra que, cien años después de la Revolución, millones de campesinos, que conformaban más de la mitad de la población, seguían llevando las mismas vidas que sus antepasados, con un contacto limitado y superficial con el resto del país.
A partir de los hechos pequeños, de los detalles de las vidas de la gente (el choque lingüístico entre el francés y los diversos patois, las fiestas populares, el papel de la música, la lectura y la prensa, los usos de cama de los jóvenes...), Weber da forma a una obra monumental y viva que revolucionó la historia social y de los nacionalismos. Describe de forma amena, documentada y provocadora cómo en Francia tuvo lugar una auténtica crisis civilizatoria a finales del siglo XIX, a medida que las ideas y las costumbres tradicionales iban sucumbiendo ante las fuerzas de la modernización. El ferrocarril y las carreteras fueron factores decisivos, al acercar regiones hasta entonces lejanas e inaccesibles a los mercados y los centros principales del mundo moderno. La producción industrial, por su parte, hizo redundantes numerosas profesionescampesinas y el creciente sistema educativo enseñaba no solo el idioma de la cultura dominante sino también sus valores, entre ellos el patriotismo. A la altura de 1914, Francia finalmente era «La Patrie» de hecho, y no solo en nombre.