La biografía definitiva de los dos grandes generales europeos de la Segunda Guerra Mundial Bernard Law Montgomery y Erwin Rommel son los dos generales europeos más célebres de la Segunda Guerra Mundial.
Esta obra desvela las vidas y, sobre todo, los grandes descubrimientos de cuatro de las grandes científicas de nuestra era: Sophie Germain, la primera mujer que realizó aportaciones originales al mundo de las matemáticas innovando en la teoría de números; Marie Curie, que descubrió la radiactividad y recibió dos premios Nobel; Lisa Meitner, un nombre capital en el campo de la fisión nuclear, y Emmy Noether, la mujer que creó el álgebra abstracta.
Una mujer con maillot que sustituye la esclavitud hograreña de la pata quebrada por la marcha atlética, que deja atrás los corsés y libera el busto. Una mujer al volante de un automóvil, y otra que consigue el título de piloto aviador. Una mujer bate todos los récords de tiro con fusil y otra los de natación, siempre manteniendo sus profesiones de mecanógrafas o tenderas. Una mujer es maestra, y luego alcaldesa, y otra busca trabajo... Y todas votan en las elecciones.
Y es que el advenimiento de la República en 1931 trasladará a carácter de ley lo que ya era normal en la sociedad española de los años veinte. El nuevo régimen contará con una vanguardia política femenina: Victoria Kent, Clara Campoamor, Dolores Rivas Cherif, Belén Sárraga, Dolores Ibárruri, Margarita Nelken... Ellas son la representación más conocida, pero muchas otras fueron pioneras en sus campos. La presente antología pretender ser un homenaje a la generación de las mujeres de antes de la guerra: unas, de buena posición social, pugnaron por ir a la universidad, para así esquivar el programado papel de "florero" en un frígido matrimonio burgués; otras, de extracción humilde, supieron jugar con las pocas cartas que su condición social les deparaba en un entorno de analfabetismo y perpetuo acoso de la muerte. Todas ellas y cada una a su manera, son Mujeres en primera plana. Por su obras las conoceréis.
En este lugar del mundo, en esa región que recorre de Oriente Medio a Afganistán, hay una revolución en marcha. Es la revolución de las mujeres. Una lucha sin cuartel ni final contra el patriarcado que domina la política, la cultura y la sociedad. A veces, esa lucha es por la mera supervivencia. Otras, una lucha consciente y organizada por defender derechos que se les niegan de forma reiterada. El derecho al aborto, el derecho a una educación, el derecho a un trabajo digno. El derecho a existir libremente.
En esta autobiografía Roger Bartra examina un nudo formado por tres hilos que se extienden a lo largo de su vida intelectual; tres flujos que se mezclan en el pozo profundo de su conciencia. El primero es una obsesión por la verdad que domina su trabajo, a veces de manera estimulante y en ocasiones de forma esclavizadora. El segundo es la permanente sensación de ser extranjero, de ser un extraño enclavado en una sociedad que lo considera ajeno a ella. En tercer lugar, una inclinación por la rebeldía que ha tenido que controlar y domesticar para poder convivir con sus semejantes.
Estos flujos, confiesa, le han provocado una permanente sensación de encierro, de estar presa de verdades dogmáticas, de estar en la cárcel de una identidad anómala y de estar poseído por una furia que es necesario mantener atrapada. Pero cuando el nudo se desata, Bartra se siente liberado e impulsado a una búsqueda de verdades frescas y renovadoras, alentado por una rebeldía creativa y estimulante sin estar atado a identidades fijas.
Mutaciones es un claro resultado de ese impulso, que en esta ocasión se vuelva sobre sí mismo para dejarnos ver, por primera vez, el mecanismo interior de una de las mentes más auténticas del panorama intelectual mexicano.
Napoleón es ante todo el hijo de una época de transición, la del paso del viejo mundo feudal a una nueva sociedad burguesa. Encarna todas las contradicciones de esta época, su nombre está asociado a una ambición desmesurada y un poder despótico, a guerras crueles y sangrientas, evoca los horrores de Zaragoza, el saqueo de la Alemania avasallada, la invasión de Rusia. Pero también nos recuerda el coraje y la audacia manifestados en las campañas italianas, el talento que supo atreverse, el hombre de Estado que asestó golpes mortales a una Europa feudal ya decrépita. El historiador soviético Albert Manfred, genuino maestro en el arte de narrar la historia, comienza trazando un excelente retrato del joven Bonaparte, discípulo de Rousseau y de Raynal, jacobino y robespierrista, y defensor de los ideales republicanos de la Revolución, para ir desgranando su evolución gradual y su transformación en autócrata, en avasallador de Europa, en constructor de un Imperio a golpe de bayoneta. Considera que Bonaparte traicionó el gran secreto de sus rutilantes triunfos militares: el entusiasmo revolucionario del pueblo que empujaba a sus soldados, lo que le llevó a su fracaso final. Manfred consigue plasmar en estas páginas todos los matices de un hombre extraordinario, así como los excelentes retratos psicológicos de las numerosas personalidades históricas que le acompañaron, presentando un retrato verídico y fiel de Bonaparte y de la época que alumbró.