Dos años antes de su muerte, Harold Bloom inició una serie de cinco libros en los que realizaba un análisis literario, crítico y, ante todo humanista, de los personajes de Shakespeare. El primero se lo dedicó a Falstaff con quien Bloom se sentía especialmente identificado en su forma de amar la vida. «Si Hamlet es embajador de la muerte, Falstaff lo es de la vida», Bloom, quien interpretó al Caballero Gordo en los escenarios del British Art Center de Yale y, anteriormente, en Cambridge, Massachusetts, veía a Falstaff, y a sí mismo como uno de esos profesores sin colegas y con numerosos estudiantes. Influido por el personaje Shakesperiano, amó la vida, la gozó, y la enseñó. No quería discípulos académicos sino seres humanos capaces de leerse y cuestionarse.
El poeta, ensayista y narrador Juan Malpartida, en este libro singular, se introduce en la vida y en la obra del gran escritor frances Montaigne, siendo fiel a la premisa misma del ensayo: probar. En su visita a la torre de este peculiar vecino, el autor dialoga implícita o explícitamente con otros lectores de Montaigne –Azorín, Ortega y Gasset, Jorge Edwards, Marc Fumaroli o Jean Starobinski–, construyendo así un ensayo narrativo sobre el arte de ensayar, realizado desde dentro, desde el desafío continuo que supone la alianza de la reflexión y la recreación.
¿Sabías que Esquilo tuvo la muerte más tonta de la Historia, que la lengua de Cicerón acabó colgada en el Foro de Roma, que Dante se dormía en mitad de una frase y Maquiavelo no era tan «maquiavélico»?
Pero aquí no acaban las jugosas historias de los grandes maestros de la literatura. Casi nadie recuerda que Jonathan Swift anticipó las computadoras de Silicon Valley, que a Victor Hugo le apasionaban los toros, que Larra se enamoró de la amante de su padre, que Valle-Inclán mantuvo una intensa amistad con el hombre que le arrebató un brazo, que H.G. Wells era un distinguido ladrón de sombreros... o que unos sencillos pollos salvaron la vida del mítico Truman Capote. «La técnica de Cicerón era tal que, al estilo de los antiguos sofistas griegos, era capaz de defender una postura y, 15 minutos después, la contraria». A los escritores se les juzga por sus obras, pero nunca está de más conocer a las personas que se ocultan detrás de la pluma. En estas páginas encontramos —por riguroso orden cronológico— la «Cara B» de la Literatura Universal. Las grandezas y las viles miserias cotidianas de los reverenciados autores que estudiamos, leemos y admiramos. Abordar este libro puede variar nuestra forma de disfrutar y entender la literatura, al tiempo que logra arrancarnos un buen puñado de sonrisas.
Un recorrido por la obra de los grandes autores de la literatura occidental de la mano del crítico más riguroso y polemico de nuestro país.
Este volumen recoge una selección de reseñas, artículos, conferencias y prólogos sobre libros y autores "extranjeros" escritos en el transcurso de tres decadas. El conjunto da cuenta de una gran diversidad de intereses, que se proyectan en diferentes epocas, tradiciones y generos. De Lawrence Sterne a V.S. Naipaul, pasando por Stendhal, Musil, Kipling, Malraux, Gombrowicz, Canetti o Iris Murdoch; de William Hazlitt a George Steiner, pasando por Walter Benjamin o Raymond Williams, los nombres aquí reunidos son otros tantos hitos de la particular cartografía que Ignacio Echevarría ha ido configurando como lector conforme desarrollaba su actividad como crítico y editor.
Pasa, lectora, lector, estás en tu fiesta. Más que un libro, este objeto es un carnaval de cincuenta estaciones que desfila tras las bambalinas de la cultura mexicana. En él participan Tin Tan y Pita Amor, María Félix y Monsiváis,Piporro y Tongolele, Nahui Olin y Jorge Ibargüengoitia, los beats y Marilyn Monroe, Vitola y José Revueltas. Entre muchos, muchos otros. Mientras pasan, nos van contando de sus vicios, supersticiones, sus pleitos y apodos, los cuadrángulos amorosos que formaron y los cabarés que visitaron. Guiados por la insaciable curiosidad de Julia Santibáñez, nos enteramos de quiénes fueron huéspedes de Lecumberri y quiénes invitados a la casa de Carlos Fuentes; qué escritores la hicieron de actores y qué libros ypelículas gozaron de la mercadotecnia inversa de la censura y por qué. Encuentra aquí lo que los libros ceremoniosos nunca dirán sobre escritores, artistas e intelectuales.