Mientras Berlín se iluminaba fantasmagóricamente con las piras donde ardían libros prohibidos, los nazis llevaban a cabo un crimen cultural de proporciones aún mayores. A través de una pormenorizada investigación, en Ladrones de libros. El saqueo nazi de las bibliotecas europeas y la lucha por recuperar la herencia literaria Anders Rydell ha documentado el saqueo de bibliotecas, públicas y privadas, y librerías que, a lo largo y ancho de la Europa ocupada, llevaron a cabo las tropas alemanas. Los anaqueles de judíos, comunistas, políticos liberales, activistas por los derechos LGTB, católicos, masones y de cualquiera que entrara en la larga lista de enemigos del régimen, fueron expoliados y las obras que contenían esgrimidas como armas intelectuales contra sus dueños. Pero, en paralelo, Ladrones de libros es la historia cuasi detectivesca de cómo un heroico puñado de bibliotecarios, y con ellos el propio autor, han emprendido la tarea de devolver estos libros a sus dueños legítimos. Para ello, han peinado las bibliotecas públicas de Berlín con el fin de tratar de identificar los volúmenes robados y han intentado dar con los familiares de aquellos que fueron despojados. En muchos casos, estos libros son el único objeto que los descendientes de víctimas del Holocausto podrán tener entre las manos como un recuerdo. La Segunda Guerra Mundial fue también un conflicto cultural y el estudio y refutación de toda la literatura «degenerada» que los nazis expoliaron pretendía justificar el deseo de Alemania de dominar el mundo y derrotar a sus enemigos con la «ciencia», así como sentar las bases intelectuales sobre las que descansaría el Reich de los mil años. Un Reich que se levantaría no solo sobre sangre y piedra, sino también sobre palabras.
En la Inglaterra del siglo XVIII, la relación entre el ser humano y los animales cambió para siempre con el descubrimiento de los grandes simios y la popularización de los animales de compañía entre la burguesía. Esta transformación dio lugar a un nuevo contexto cultural e intelectual que propició una mayor comprensión del resto de las criaturas del planeta, fomentando así su representación en la literatura moderna.
Laura Brown analiza algunas de las más destacadas ficciones narradas o protagonizadas por perros, a la vez que ahonda en la doble percepción que se tenía de los simios. Objeto de fascinación, los primates eran calificados de violadores, a la vez que se les atribuían las sensibilidades más delicadas, como el pudor o la justicia.
Este ensayo propone, pues, una perspectiva novedosa sobre la intimidad, la diversidad y la diferencia, una esclarecedora mirada sobre el modo en que las obras literarias se sirvieron de los animales para trasladar a la experiencia cotidiana las más variadas cuestiones filosóficas y metafísicas.
¿Quién fue realmente Miguel de Cervantes? ¿Un genio literario o un aventurero con más intereses en el comercio que en las letras? ¿Por qué fue un escritor tardío? ¿Su objetivo era entrar en la corte? Este libro desafía la versión clásica del autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, revelando a un hombre rodeado de ambigüedades y secretos. Soldado en Lepanto, cautivo en Argel, comerciante y cobrador de impuestos, Cervantes vivió entre aventuras y constantes reinvenciones, con una vida marcada por intrigas, dudas sobre su fe y relaciones tan misteriosas como polémicas.
¿Fue realmente el autor de el Quijote, o los negocios y los conflictos personales desviaron su atención? Con amantes, hijos no reconocidos y rumores de una conversión religiosa, la figura de Cervantes aparece entretejida con los altibajos de una época llena de genios rivales: Lope de Vega, Mateo Alemán y otros pesos pesados del Siglo de Oro que lo desafiaron, despreciaron y lo empujaron a vivir en los márgenes de la gloria literaria.
Estas páginas nos sumergen en los claroscuros de un hombre que vivió y murió en la ambigüedad, un personaje que se reinventó entre sombras de una sociedad que nunca lo reconoció del todo. Una lectura intrigante y reveladora que cuestiona el verdadero rostro de un personaje cuyo legado parece estar tan lleno de ficciones como la propia obra que lo inmortalizó.
«Cervantes es un enigma, un misterio insondable. Sabemos menos de él de lo que desearíamos, y quizá por eso su obra es aún más fascinante, porque trasciende al hombre que la creó». Francisco Rico, especialista en literatura del Siglo de Oro.
¿No existen los personajes de las novelas que nos apasionan? ¿No son verdaderas las figuras del cuadro que nos absorbe o las escenas de la película que nos aterroriza? ¿Por qué nos emocionan así entonces? ¿Por qué nos las creemos tanto como para sollozar o reír a carcajadas? Actualizando un tema clásico del pensamiento occidental, la pregunta por el estatuto de realidad que corresponde a las creaciones artísticas, Pablo Maurette (autor de El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto, Mar Dulce editora, 2015) compone aquí un ensayo brillante, preciso y delicioso. Armado con el concepto grecolatino de evidencia, Maurette recorre hitos artísticos y filosóficos de toda nuestra tradición (de Platón a Susan Sontag, pasando por Giotto o Proust), deteniéndose especialmente en un cuento de Julio Cortázar y en una película de Quentin Tarantino, para desnudar como nunca las herramientas y estrategias clave de esa mágica fábrica de verdad que son nuestras ficciones.
Las relaciones entre música y literatura son antiguas y profundas. La palabra remite a la música de maneras múltiples, y la creación literaria refleja este hecho y se sirve de él. Este libro plantea varios criterios generales para entender cómo la literatura recoge la influencia de la música y se centra en varias manifestaciones de la narrativa contemporánea que convergen en la eufónica metáfora del surco sonoro. Cada uno de sus capítulos está dedicado a un surco particular: el primero se ocupa de la teoría científica, idea filosófica y tópico cultural conocido como la música o armonía de las esferas; el segundo se centra en la música pop-rock y en el género policiaco para mostrar que la música ha servido como molde narrativo más allá de los cauces tradicionalmente explorados, y el tercero aborda la inserción de partituras como parte constitutiva de la obra literaria. Surcarán las páginas de este libro, por tanto, novelas que contienen partituras, que reinterpretan la idea de la música de las esferas, que se estructuran y se presentan como grabaciones en formato CD o que avanzan en la investigación del crimen a través de las matemáticas de la música.
Alfaguara cumple sesenta años de aventura editorial. Desde sus comienzos, quiso ser un sello que interpretara su tiempo: la apuesta por la literatura española de los hermanos Cela, sus primeros directores, en la década de los sesenta; la traducción de la gran literatura internacional como impronta de la Alfaguara de Jaime Salinas en los setenta y primeros ochenta, cuando España se abría al mundo; la vocación panhispánica de la Alfaguara de Juan Cruz y Amaya Elezcano en los noventa y primeros albores del siglo xxi, cuando las editoriales españolas empezaron a ser las grandes protagonistas de la edición en nuestro idioma. La Alfaguara de hoy pretende mantener la herencia magnífica de su catálogo y, al mismo tiempo, descubrir el mejor talento literario tanto en nuestra lengua como en otros idiomas.
Para celebrarlo hemos querido que uno de sus directores históricos, Juan Cruz, contara la historia de la editorial en conversación con algunos de los autores más emblemáticos, de diferentes nacionalidades y generaciones. En las páginas de este libro conmemorativo son esos escritores y escritoras los que, al narrar la relación con su editor, están narrando también la historia de la Alfaguara que fue, pero, sobre todo, de la que es hoy.
Son tiempos, los nuestros, que reclaman una oferta literaria creativa y responsable, que fomente la diversidad de miradas y la libertad de pensamiento, que desempeñe un papel central en la búsqueda de ideas para hablar de las dificultades y los retos del mundo actual. En este contexto, ofrecer la mejor literatura para el mayor número de lectores sigue siendo nuestro principal desafío. -Pilar Reyes directora editorial