¿Se puede leer toda la historia de la literatura a través de una sola novela? ¿Cuál es el hilo invisible que une a Homero, Platón, Virgilio, Shakespeare, Nietzsche o Thomas Mann? ¿Una obra y su protagonista pueden cobrar una vida más auténtica que la nuestra?
Hay una obra genial a través de la cual se puede recorrer la sutil frontera que separa la literatura de la vida. Una novela que lo cambió todo para siempre, con una poética marcadamente dionisíaca, que transita entre lo cómico y lo trágico, el pasado y el futuro, la lectura y la locura: Don Quijote de la Mancha.
En los sueños proféticos del hidalgo, en sus discursos de retórica encantada, en la íntima intuición de la cercanía entre lo romántico y lo risible, se va esbozando una mascarada clásica que trasciende géneros y convenciones, una literatura que ofrece saberes y experiencias fundamentales para el lector.
Adramón y los libros de caballerías: historia y ficción se aproxima al estudio de uno de los géneros literarios más exitosos de la España del siglo XVI a partir de un ejemplar del corpus casi desconocido.
El punto de partida y de llegada del análisis es el Adramón, pero, más precisamente, el sentido conflictivo de su naturaleza prosística: un libro de ficción que se construye sobre elementos de la realidad histórica observable; una historia fingida que se asemeja a las verdaderas. De la disección de su tejido narrativo, se evidencia cómo la ficción precervantina exploraba ya los límites de la representación literaria o poética de la realidad con un objetivo subyacente: la búsqueda de la verosimilitud.
En ese sentido, el libro considera la existencia de Adramón como una nueva propuesta de ficción que tiende hacia lo realista, cuya consagración no se logrará, no obstante, hasta que las aventuras de don Quijote salgan de las prensas madrileñas de Juan de la Cuesta en 1605.
La tarde del 21 de agosto de 2021, un mensaje en twitter le ponía cara y nombre a una de las miles de familias afectadas por la ocupación de los talibanes de la ciudad de Kabul. El mensaje publicado por la periodista Reyes Calvillo en su perfil de la red social (SoyLaCalvillo), alerto enseguida a muchos compañeros de profesión para difundir la historia de un joven traductor que había huido de Afganistán en 2013 y se encontraba establecido en Sevilla, a cuya familia amenazaron de muerte los talibanes si el no regresaba a Kabul para ser ajusticiado.
Este libro recoge, en forma de diario, la historia real de muchas de las gestiones que se hicieron durante casi dos meses para salvar a la familia del traductor y llevarla a España; y, en forma de novela los acontecimientos que rodearon a ellos, como a muchos afganos, en las primeras semanas de la vuelta de la dictadura talibán a su país.
«Si no tiene tiempo para leer, no tendrá el tiempo
ni las herramientas necesarias para escribir.»
Mientras escribo empieza con el relato de la asombrosa infancia de Stephen King y su extraño y temprano interés por la escritura. Una serie de vívidos recuerdos de la adolescencia, de la universidad y de los años de lucha que lo llevaron a la culminación de su primera novela, Carrie, aportan al lector una amena y divertida perspectiva sobre la formación del escritor. A continuación King describe las herramientas básicas del oficio y expone sus opiniones personales sobre el secreto de la escritura. Mientras escribo culmina con el conmovedor relato de cómo la necesidad de escribir lo estimuló a recuperarse del accidente casi fatal que sufrió el 19 de junio de 1999.
Este libro se adentra en los entresijos del cuento de tradición oral La Barbe Bleue, fijado por Charles Perrault en 1697. La intención que rige la interpretación del profesor Puelles ha sido la de tomarlo como umbral de un modo del horror moderno irreductible al género «goticista» que a partir del siglo XVIII ostentará la hegemonía del miedo literario. Publicado en el gozne entre el clasicismo y el rococó, y llevándonos al paroxismo del terror visual, Barbazul abre el camino a una narrativa traumática, testimonial, de pura supervivencia, cuyos extremos alcanzan a Primo Levi, entre otros muchos.
El macabro cuento que nos ocupa es también la ocasión para situarnos en un enclave en el que la experiencia del lector u oyente transita –quizá por primera vez– hacia territorios como lo sublime y lo siniestro en la ambivalencia entre el placer estético de la representación del horror y el conocimiento –más «antropológico» que estético– de la pura crueldad humana. Barbazul es, además, un espléndido contrapunto a la doctrina del cogito cartesiano, dándosele prevalencia al terror propio (y no lo hay más atroz que el de «verse morir») sobre aquellas otras condiciones en las que sí será posible ganar la distancia reflexiva. «Tengo miedo, luego existo», escribió Roland Barthes.
Pariroflexia no es un simple libro sobre libros: es un juego literario de palabras con relieve de papel. Guillermo Busutil nos propone una aventura poética para todo amante de la letra impresa y la imaginación. Como apunta Nuria Barrios en su prólogo, es un libro pequeño pero infinito; es una plantación secreta: en sus páginas hay un huerto y un parque y un jardín y un bosque y una selva. Contiene frases frondosas. Otras parecen ramas. Las hay que recuerdan hojas. Algunas aún son yemas, hay que esperar para verlas crecer. Las cosas que merecen la pena siempre requieren tiempo: el placer, el amor, la vida.