¿Sabía usted que los romanos tenían más de sesenta formas de decir 'puta'? ¿No habrá alguna relación entre la palabra 'fuelle' y la palabra 'follar'? ¿Si a usted la llaman 'pelleja', la están insultando o le dicen una palabra etimológicamente afectuosa? ¿Qué tienen que ver el 'fornicar' con una prostituta y la 'hornacina' donde se pone la estatua de una virgen? ¿De dónde viene las palabras 'caca' y 'mierda'? ¿Cómo estaría formada anatómicamente, en la antigua Pompeya, una señorita 'culibonia' ? ¿A quién prefiere usted, a un 'proxeneta' o a un 'xenófobo'? ¿Cuántas faltas de ortografía hay en la expresión "¡Por uebos!"? ¿Había pensado usted alguna vez que las bellas 'orquídeas' tienen un par de cojones?
Antonio Gala aparece como una figura insustituible, un fenómeno insólito, en el espacio mediático de la transición y la democracia. Sus obras teatrales batieron récords de taquilla, sus novelas encabezaban las listas de ventas, sus intervenciones públicas eran verdaderos acontecimientos, pero, sin duda, fueron sus columnas en la prensa las que le concedieron un reconocimiento y visibilidad extraordinarios, pese al silencio o el recelo de una parte de la crítica y del mundo intelectual. Desde la tribuna del Parlamento de papel, el escritor ha acompañado a sus lectores durante algo más de cuarenta años, legándonos un testimonio incomparable. Estas columnas no han perdido un ápice de su vigencia y mantienen vivos la reflexión, el análisis y la emoción compartida. Recorriendo las variadas formas que adoptó su compromiso, Françoise Dubosquet Lairys nos invita a acompañar a la figura en su paisaje, a escuchar una voz que se levanta como un grito individual pero solidario, ya que acoge las voces de los herederos de una historia hiriente. Los artículos de Gala nos hablan del ser frente a su tierra, sus penas, sus amores perdidos o quebrados, sus angustias y alegrías. Desde la triple fidelidad a sí mismo, a su tiempo y a su pueblo, el fino observador de toda una época propone una forma de pensar el mundo que nos rodea, a través del diálogo entre el pasado y el presente.
Una celebración de los lugares de encuentro en la literatura, y de la literatura como lugar de encuentro.
«Desde que el mundo es mundo la autoridad ha tratado de controlar el espacio donde nos reunimos y encontramos. Momentos de vernos, hablar, tejer complicidades y pensar en qué podemos llegar a ser y hacer juntos. Si toda reunión tiene algo de rebeldía esta antología de textos propone un paseo por las insurrecciones silenciosas, aparentemente aisladas, de la lectura.» Del prólogo de Gonzalo Torné
Los cinco años de estancia de Unamuno en Hendaya, entre el 22 de agosto de 1925 y el 9 de febrero de 1930, fueron uno de los acontecimientos más emblemáticos de la época y definitivamente convirtieron al escritor en una figura pública. Símbolo de la oposición a la dictadura de Primo de Rivera desde que fue depuesto de su cátedra en Salamanca y confinado en la isla de Fuerteventura, tras su huida y su paso por París, Unamuno desplegó desde la villa fronteriza una notable actividad: allí escribió algunos de sus ensayos, poemas y piezas teatrales más recordados, supervisó sus traducciones al francés, continuó enviando artículos a los periódicos, recibió numerosas visitas y entabló contacto tanto con los exiliados españoles como con escritores franceses y de otras nacionalidades. Entre lo político y lo sentimental, entre la vocación de eternidad y la inmersión en el tiempo, aquellos cinco años dejaron tras de sí un puñado de escritos y actitudes que este volumen aborda desde diferentes perspectivas.
«Me pasé un año en Berlín explorando las vidas de mi abuelo y mi padre: Kurt Wolff, apodado ?quizás el editor más exigente del siglo xx? por The New York Times Book Review, y su hijo Niko, que luchó en la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial antes de venir a América.
Basándome en cartas familiares, fotografías y diarios nunca antes publicados, Páginas de vuelta a casa, narra los viajes de estos dos hombres nacidos en Alemania que se convirtieron en ciudadanos estadounidenses, a la vez que es mi oportunidad de contar una historia familiar íntima; un entramado de los peligros, los triunfos y los secretos de la historia y el exilio, con resonancias en la actualidad.»
«¿Cuántos libros existen que hablen sobre los libros y las librerías? Algunos son realmente fantásticos, sin embargo, qué pocos son los libreros que se han atrevido a convertirse en narradores de su propia experiencia. ¿Qué historia contarían? Esta, que es la mía, es una descripción del paisaje narrado desde el ojo del huracán: una historia de las librerías, un recorrido personal que sin la literatura sería incomprensible».
Esta obra, íntima a la par que universal, arroja luz sobre cómo estos objetos extraordinarios han cambiado a la humanidad y a cada uno de nosotros. Así, la autora nos propone un viaje que empieza en las imágenes de las cuevas prehistóricas y las tablillas de arcilla, que pasa por la biblioteca de Alejandría y llega hasta el presente.