El grado cero de la escritura, publicado en Francia en 1953, es el primer libro de Roland Barthes, y el germen de una reflexión sobre la literatura y el lenguaje que resulta aún hoy ineludible.
¿Dónde ubica él la escritura? En el espacio que se abre entre la lengua (ese repertorio que se hereda y que funciona como una tradición no elegida) y el estilo (los rasgos más íntimos –imágenes, léxico–, que provienen del pasado del escritor y que configuran una mitología secreta que se le presenta como una imposición casi biológica, como los automatismos de su arte): precisamente allí, entre ambos, se instala la escritura, concebida como la posibilidad de decidir sobre el horizonte discursivo propio, de ejercer una libertad no exenta de condicionamientos pero imprescindible para afirmar cualquier proyecto literario. La escritura es así el enlace entre la creación y la sociedad, es la posición que un escritor sostiene y construye en relación con la historia y con las convenciones: un acto de conciencia, de responsabilidad, determinado cada vez por los límites ideológicos de la época.
A este texto pionero, que condensa ideas clave de la obra de Barthes, le siguen los Nuevos ensayos críticos, pequeñas piezas que buscan echar luz sobre autores y obras: La Rochefoucauld, Chateaubriand, Proust o Flaubert, además de un apartado que describe el abecé del análisis estructural y, por extensión, de cualquier análisis literario.
Frecuentar los libros de Barthes no depara sino sorpresa y regocijo: el efecto de los clásicos, cuya elocuencia parece no estar amenazada por el tiempo.
¿No existen los personajes de las novelas que nos apasionan? ¿No son verdaderas las figuras del cuadro que nos absorbe o las escenas de la película que nos aterroriza? ¿Por qué nos emocionan así entonces? ¿Por qué nos las creemos tanto como para sollozar o reír a carcajadas? Actualizando un tema clásico del pensamiento occidental, la pregunta por el estatuto de realidad que corresponde a las creaciones artísticas, Pablo Maurette (autor de El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto, Mar Dulce editora, 2015) compone aquí un ensayo brillante, preciso y delicioso. Armado con el concepto grecolatino de evidencia, Maurette recorre hitos artísticos y filosóficos de toda nuestra tradición (de Platón a Susan Sontag, pasando por Giotto o Proust), deteniéndose especialmente en un cuento de Julio Cortázar y en una película de Quentin Tarantino, para desnudar como nunca las herramientas y estrategias clave de esa mágica fábrica de verdad que son nuestras ficciones.
Un retrato íntimo y revelador de Mario Vargas Llosa.
Alonso Cueto nos guía en este ensayo a través de las obsesiones, los dilemas y las pasiones que definieron la obra de Mario Vargas Llosa, una de las más influyentes de la literatura contemporánea. A lo largo del libro, con el rigor de un estudio literario y la cercanía de quién conocía al autor desde la infancia, Cueto ilumina los rasgos fundamentales de su escritura: la totalidad novelesca en constante transformación, la teología del poder, la aventura subversiva, la travesía utópica, las búsquedas morales y existenciales, la influencia de la literatura francesa, el idealismo quijotesco y las técnicas narrativas que dieron forma a sus mundos ficcionales.
Este libro es un homenaje a Vargas Llosa y a su impacto en la literatura y la identidad latinoamericanas. Una invitación a redescubrir su obra desde nuevas perspectivas. Esta edición incluye, además, un dosier fotográfico que ilustra la trayectoria vital de uno de los más grandes escritores de las letras universales.
Este libro es un símbolo de la cultura y las civilizaciones: en él conviven una multitud de historias para contarnos cómo ha evolucionado la humanidad, y lo hace centrándose en cincuenta obras cuya influencia ha sido clave a la hora de moldear percepciones y realidades, desde El príncipe de Nicolás Maquiavelo o El Quijote de Miguel de Cervantes hasta Breve historia del tiempo de Stephen Hawking o El segundo sexo de Simone de Beauvoir.
Este ensayo se convierte así en un asombroso viaje a través de distintos hitos históricos y literarios al tiempo que desgrana innumerables anécdotas y curiosidades fascinantes, como el hallazgo de las tablillas del Poema de Gilgamesh y cómo se llevaron a cabo su traducción y transcripción, o el análisis de la influencia de Homero en Shakespeare (e incluso en La guerra de las galaxias, según sugieren algunos).
Las relaciones entre música y literatura son antiguas y profundas. La palabra remite a la música de maneras múltiples, y la creación literaria refleja este hecho y se sirve de él. Este libro plantea varios criterios generales para entender cómo la literatura recoge la influencia de la música y se centra en varias manifestaciones de la narrativa contemporánea que convergen en la eufónica metáfora del surco sonoro. Cada uno de sus capítulos está dedicado a un surco particular: el primero se ocupa de la teoría científica, idea filosófica y tópico cultural conocido como la música o armonía de las esferas; el segundo se centra en la música pop-rock y en el género policiaco para mostrar que la música ha servido como molde narrativo más allá de los cauces tradicionalmente explorados, y el tercero aborda la inserción de partituras como parte constitutiva de la obra literaria. Surcarán las páginas de este libro, por tanto, novelas que contienen partituras, que reinterpretan la idea de la música de las esferas, que se estructuran y se presentan como grabaciones en formato CD o que avanzan en la investigación del crimen a través de las matemáticas de la música.
La matemática Sarah Hart nos descubre el profundo vínculo entre la literatura y las matemáticas a través de un viaje por los libros más destacados de la literatura universal.
A menudo pensamos que las matemáticas y la literatura son dos mundos opuestos, pero ¿y si en realidad estuvieran profundamente conectados? En Érase una vez los números primos, la profesora Sarah Hart nos muestra las múltiples conexiones entre estas disciplinas para que podamos disfrutar de ellas en su totalidad.
¿Sabías, por ejemplo, que Moby Dick está repleto de sofisticada geometría? ¿Que en sus novelas de flujo de conciencia, James Joyce incluyó intencionadamente referencias matemáticas? ¿Que George Eliot estaba obsesionada con las estadísticas? ¿Que Jurassic Park se apoya en patrones fractales? ¿Que tanto Sir Arthur Conan Doyle como Chimamanda Ngozi Adichie escribieron personajes matemáticos?
Desde sonetos hasta cuentos de hadas y pasando por la literatura experimental francesa, la profesora Hart demuestra cómo las matemáticas y la literatura son partes complementarias de la búsqueda por entender la vida humana y nuestro lugar en el universo.
Érase una vez los números primos es un libro ingenioso y divertido que nos invita a un inolvidable viaje que recorre los clásicos que creíamos conocer para revelarnos nuevas capas de belleza y maravilla.