Mientras se encuentra inmersa en la escritura del prólogo para una antología de artículos sobre Marcel Proust, Laure Murat topa con una escena de Downton Abbey en la que un mayordomo pone la mesa midiendo la distancia entre cubiertos con ayuda de una regla. Esta diminuta ceremonia, ejecutada con solemnidad sacramental, evoca en Murat, desde lo más recóndito de su memoria, una figura arcaica: las puras «formas vacías» que rigen el entorno aristocrático; el principio sobre el que se equilibra toda una casta, su casta. Porque lo que Murat reconoce en esa atención a las cosas inútiles es, a su pesar, una parte de sí misma, descendiente al mismo tiempo de los Luynes y de los Murat, dos célebres y centenarias dinastías francesas.
A raíz de esta pequeña epifanía, y guiada por la fascinación que despertó en su juventud la lectura de En busca del tiempo perdido, acabará emprendiendo una revisión de su propio y muy proustiano pasado que la llevará, a su vez, a explorar la vida y obra de Proust a través de una historia y un París que no le son nada ajenos: dos universos vinculados sin solución de continuidad, pues «el mundo pasado en el que crecí seguía siendo el de Proust, que había conocido a mis bisabuelos, cuyos nombres aparecen en su novela».
El verano apenas comenzaba cuando Sylvain Tesson partió hacia el Atlántico en busca de las hadas de su infancia. De Galicia a Escocia, pasando por Bretaña, Gales e Irlanda, recorrió las costas en velero, en bicicleta y a pie, tras los rastros de la civilización celta. El resultado de aquella travesía es este libro, a caballo entre la crónica de viajes, la meditación y el ensayo. Un texto vibrante y empapado de imaginación que reivindica la existencia de las «hadas», entendidas como instantes en los que sentimos palpitar lo maravilloso, una cualidad de la realidad que solo cierta disposición de la mirada puede revelar.
Con este libro comenzó nuestro empoderamiento', ha afirmado la librera Lola Larumbe. En efecto, la publicación de Librerías en 2013 creó una narrativa que no existía: la de la importancia de las librerías y los libreros en la historia de la cultura. Tras ser traducido a quince idiomas y haberse convertido en el título de referencia internacional sobre el tema, esta nueva edición -revisada, actualizada, expandida- evidencia que no es sólo una fascinante vuelta al mundo y una erudita historia cultural del libro, sus espacios y sus agentes: también es un ensayo literario pionero que se ha vuelto imprescindible en cualquier biblioteca.
Un ensayo apasionante sobre lo cómico en el arte, la literatura y la vida de la mano de una de las pensadoras más influyentes del siglo xx.
La comedia inmortal explora el papel de lo cómico en la sociedad a través de la historia del arte, la literatura y la vida cotidiana. Desde los antiguos griegos hasta la stand-up comedy, Ágnes Heller examina cómo la comedia ha sido utilizada para expresar crítica social, sátira política y reflexionar sobre la condición humana.
Del teatro clásico al cine, de la literatura a la pintura, Heller recorre en este fascinante viaje histórico y filosófico la obra de figuras como Aristófanes, Shakespeare, Charlie Chaplin, Woody Allen o Botero para reivindicar la importancia del humor a la hora de abordar temas como la religión, la política, la guerra o la sexualidad, y cómo precisamente a causa de ello ha sido silenciado y censurado a lo largo de la historia.
La intelectual húngara plantea, de forma radical, la posibilidad de concederle al fin la trascendencia merecida al fenómeno de lo cómico a través de la filosofía. Un referente irreemplazable de las ciencias sociales, Ágnes Heller «elaboró un pensamiento […] a medio camino entre la filosofía y la sociología que logró atravesar fronteras hasta convertirla en una de las pensadoras más influyentes de la segunda mitad del siglo XX» (Guillermo Altares, El País).
Una relectura de la Ilíada en la que los dioses son los verdaderos protagonistas.
En esta suerte de novela coral, Nucci revindica la fuerza y la vigencia del mito para interpretar la actualidad.
Cuando pensamos en la Ilíada, imaginamos a los dioses como espectadores desde lo alto del Olimpo, comentando el feroz combate de héroes y guerreros en la llanura de Troya mientras disfrutan del aperitivo, tomando partido por unos u otros y moviendo los hilos de los protagonistas como si estos fueran marionetas o piezas sobre un tablero. Para Giovanni Nucci no es exactamente así, y en este libro propone una interesante relectura del célebre poema épico situando a los dioses como los verdaderos protagonistas, pues más allá de su intervención en las batallas de los héroes, representan a las fuerzas interiores que mueven desde lo más profundo nuestra humanidad. Con erudición y un gran sentido del humor, el autor ahonda en las complejas y paradójicas relaciones de los moradores del Olimpo, arrojando una nueva luz sobre las historias y curiosidades del entramado divino.
En ocasiones, después de la muerte de un autor lo que no publicó en vida nunca verá la luz. Ya sea porque los herederos guardan celosamente sus papeles y archivos digitales, o porque lo encontrado no tiene la relevancia suficiente para convertirse en un futuro libro, o porque el escritor se encargó de destruir todo antes de su muerte, entre tantas otras posibilidades. Ninguna se corresponde con el caso del escritor y artista Édouard Levé. Fallecido en 2007, a la edad de 42 años, dejó en sus archivos un gran número de textos inéditos, tan potentes como perturbadores. Estos escritos, traducidos por primera vez al castellano, reflejan como la bola de discoteca que era uno de sus objetos favoritos la variedad de géneros literarios en los que emergen las obsesiones de Levé: un capítulo de una novela inconclusa que transcurre en Estados Unidos; entradas para un proyecto de diccionario; crónicas de paseos por París; textos autobiográficos; poemas y canciones; breves ensayos.