Este libro, publicado por primera vez en 1969, constituye un exhaustivo trabajo de síntesis y un interesante análisis del modelo federal estadounidense en un momento de reflexión doctrinal trascendental, como lo fueron las décadas centrales del siglo XX. El autor, aunando las perspectivas y las metodologías jurídica y política, encontró a lo largo de su investigación una clara supervivencia de ciertas dinámicas pactictas en una época en la que las tesis contractualistas parecían haberse superado. El reconocimiento del origen contractualista de la federación americana, a través del análisis de la Historia constitucional, y el saber detectar los vestigios del mismo permiten comprender mejor el funcionamiento de los modelos descentralizados.
Los Fundamentos de la Filosofía del Derecho (1821), de Hegel, están centrados en el análisis del concepto de la libertad humana y de su realización en el mundo. Siguiendo su método de análisis de los conceptos, en el que muestra cómo el momento abstracto del concepto necesita internamente particularizarse e individualizarse en realidades objetivas externas, Hegel analiza las distintas fases de la encarnación o realización de la libertad en el mundo: el Derecho, como la primera forma de realización de la voluntad libre; la Moralidad, en la que la libertad se realiza como subjetividad en sus acciones; y el Mundo ético (Eticidad), donde la libertad se hace existente en instituciones sociales objetivas (la familia, la sociedad civil, el Estado). Todo el análisis de Hegel desemboca en la afirmación del Estado como realidad racional, en quien culmina la realización de la libertad individual -pues la máxima conciencia de la libertad del individuo es la de ser miembro del Estado- y en torno al que gira, como sujeto soberano, la historia del mundo.
En su actuación ante los tribunales de justicia, el abogado ha de realizar, por supuesto, una sólida argumentación jurídica. Pero, además, debe persuadir al juez de que la postura que defiende es la más justa entre las opciones posibles para resolver el litigio. Para lograr convencerlo, el abogado se vale no solo de argumentos jurídicos, sino también de argumentos provenientes de otros ámbitos, destacando el de la Moral y, en general, el de la racionalidad práctica, que incluye los razonamientos derivados del sentido común y la experiencia vital. La exposición eficaz de tal cúmulo de argumentos requiere del profesional el dominio de la Retórica, pero también de las específicas técnicas proporcionadas por la Dialéctica que le permitan salir airoso de los siempre difíciles debates forenses. Y todo ello, acompañado de una conducta ética acorde a las normas deontológicas de la profesión que encauce debidamente cualquier acto técnico-jurídico.
El manejo y dosificación de estos aspectos en cada situación particular constituye la genuina habilidad profesional del abogado, y en eso consiste precisamente el arte de la persuasión jurídica, que describe certeramente su quehacer cotidiano, tanto en los juzgados como fuera de ellos, distinguiendo su actividad argumentativa de la del resto de los operadores jurídicos.
"La presente obra, responde a una compilación de seminarios y exposiciones que el profesor Alejandro Romero Miranda dictó entre el año 2014 y 2020, las cuales, permite a los lectores obtener una panorámica general de su línea de trabajo, en especial, el abordaje de la delincuencia juvenil, los elementos centrales de su teoría (la edad sociológica), y el fenómeno de la prisionización. Los once escritos que conforman este libro, fueron ordenados en razón de su afinidad temática y no por su fecha de escritura o presentación, a efecto, de facilitar la hilatura de ideas y conceptos transversales presentes en ellos. Con la recopilación de estos escritos, Alejandro Romero nos ratifica que estamos en presencia de uno de los autores más innovadores e interesantes del actual escenario sociológico y criminológico latinoamericano, cuyas ideas y reflexiones, han refrescado y propuesto nuevas lecturas a fenómenos, que, hasta hace poco, aparecían soterradas. "
Esta "Teoría del derecho" se concibe como una concepción de la experiencia jurídica y, como tal, de la peculiar y personal respuesta de sus autores al cúmulo de temas, interrogantes y orientaciones que, convencionalmente, pueden incluirse bajo ese rótulo disciplinar. La obra pretende ser un interlocutor para los alumnos que inician los estudios de Derecho, a los que desea informar y orientar sobre el "status quaestionis" de los principales problemas teórico-jurídicos e incitarles a proseguir y profundizar en su estudio. Para ello se ha buscado la máxima claridad expositiva. En aras también de esos presupuestos pedagógicos se ha recurrido, a veces, a casos o ejemplificaciones. Los autores de esta obra no comparten la actitud resignada que concibe la lucha por el derecho justo como un ideal quimérico sin sentido. Estiman, por el contrario, que la experiencia de la instrumentalización del derecho para el logro de objetivos inicuos no invalida, sino que estimula y apremia, el esfuerzo por vincular el derecho a aquellos valores que deben informar los sistemas normativos sociales para hacerlos dignos de los seres humanos.