Este trabajo pretende mostrar una visión global y de conjunto de la justicia internacional de forma ordenada y metódica, con el objetivo de conseguir una lectura asequible, amena y dinámica, que facilite extraordinariamente el conocimiento de la materia. Por todo ello, la obra se convierte en un recurso único, novedoso, tanto desde el punto de vista académico, como en el ámbito profesional de la práctica forense.
Se reúnen aquí escritos sobre usos sociales que constituyen un tertium normativo entre derecho y moral. Rudolf von Jhering confiere un estatuto específico a ese ámbito, paso entre uno y otra. El ámbito jurídico normativo fija sanciones que solo corresponde al Estado aplicar, por ejercer la fuerza en régimen de monopolio. La moral rige la conciencia individual como un foro con carácter soberano que alcanza hasta las intenciones. Los usos sociales, por su parte, no disponen de coacción organizada, sino más bien de una repulsa, difusa pero vigente, por parte de la sociedad. Al mismo tiempo, presentan cierta aproximación a la moral: una supuesta sinceridad que haga tolerable el trato entre las personas y que en muchos casos es meramente aparente, una manifestación de afabilidad y sociabilidad, tan cargante como insoslayable.
Los usos, aunque generalizados, no progresan en una sociedad en abstracto, sino que surgen y se consolidan en grupos concretos, estamentos o profesiones. Jhering desarrolla sus objeciones, algunas carentes de vigencia hoy, sobre la relación entre lenguaje y moral, el pretendido significado de la moda y la vestimenta, la comida y la bebida o los modales sociales. Concluye con un uso social que merece su más acerba crítica, aún practicado y fuente de complicaciones: la propina, que califica de mal uso por ciertos vicios que genera.
En su actuación ante los tribunales de justicia, el abogado ha de realizar, por supuesto, una sólida argumentación jurídica. Pero, además, debe persuadir al juez de que la postura que defiende es la más justa entre las opciones posibles para resolver el litigio. Para lograr convencerlo, el abogado se vale no solo de argumentos jurídicos, sino también de argumentos provenientes de otros ámbitos, destacando el de la Moral y, en general, el de la racionalidad práctica, que incluye los razonamientos derivados del sentido común y la experiencia vital. La exposición eficaz de tal cúmulo de argumentos requiere del profesional el dominio de la Retórica, pero también de las específicas técnicas proporcionadas por la Dialéctica que le permitan salir airoso de los siempre difíciles debates forenses. Y todo ello, acompañado de una conducta ética acorde a las normas deontológicas de la profesión que encauce debidamente cualquier acto técnico-jurídico.
El manejo y dosificación de estos aspectos en cada situación particular constituye la genuina habilidad profesional del abogado, y en eso consiste precisamente el arte de la persuasión jurídica, que describe certeramente su quehacer cotidiano, tanto en los juzgados como fuera de ellos, distinguiendo su actividad argumentativa de la del resto de los operadores jurídicos.
Se trata de una obra dirigida a quienes preparan las oposiciones a ingreso en el Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia por el sistema libre. Su estructura se ajusta al programa de la última convocatoria, publicada en el BOE de 11 de enero de 2022, y su contenido está completamente adaptado al derecho vigente, con un riguroso compromiso de actualización online mediante adendas.
Los autores, con experiencia en la aplicación práctica de las normas jurídicas y en la preparación de opositores, han pretendido elaborar unos temas manejables y eficaces, redactados en un lenguaje claro y ajustados en su extensión a la duración del examen. Quienes hayan utilizado el Derecho Procesal Civil para las oposiciones a ingreso en las carreras judicial y fiscal, comprobarán que una buena parte de los contenidos de ambas obras coinciden, pero los autores han puesto especial empeño en aquellos temas y epígrafes que son específicos de la oposición de Letrados.