De músico, poeta y loco, todos tenemos... ¡MUY POCO!
Ser artista es un privilegio que las circunstancias de la vida nos proveen, por lo tanto, gozar de los atributos que se requieren para ser músico o para ser poeta no son nada habituales. Quienes gozan de esas cualidades son seres verdaderamente escasos.
Para ser músico es imprescindible, o tener buen oído o por lo menos saber solfear, luego elegir el instrumento con el que expondrá sus virtudes... y sabido es que no todos gozan de esas aptitudes.
Para ser poeta es vital la lectura y la constante escritura creativa, acciones no muy usuales en el diario acontecer... no es fácil serlo.
Cuando se habla de locura, normalmente se hace referencia a personas anormales (sinónimo de raros, poco común)... Hablamos entonces de seres especiales.
Es fácil colegir que son pocos los elegidos que llegan a ser músicos (mucho menos ser buenos); tampoco son frecuentes los poetas (mucho menos ser buenos) y si descubrimos a alguien que posea todas esas condiciones y encima sea médico (y de los buenos), estaremos frente a un espécimen poco común, un bendecido por los dioses... Ahí dejo como ejemplo perfecto al Dr. Jimmy Barranco Ventura (músico, poeta, poco común y galeno de primera).
Los poemas que integran Cabeza de turco
despliegan acordes distintos, pero se integran en un único adagio: la conciencia, inherente a la condición humana, de estar solo, de perder, de morirse; pero también la conciencia de celebrar las cosas menudas y sencillas, esto es, la vida como encarnación de lo instantáneo y lo fugaz. Celebración que intenta rescatar, además, el ser y la vida, de la degradación de la historia y del tiempo. En esta antología poética hay una aguda sensibilidad para captar el discurrir temporal y su fugacidad, en ella también hay siempre la vocación de lo uno, el poder volver a la integración primordial del ser.
La recopilación de artículos de opinión que recoge este libro, es producto de los retos de desarrollo que confronta la República Dominicana. Se tratan temas sobre la Economía, la Desigualdad, la Política y la Corrupción, todos imbuidos de las urgencias que deparan los últimos años de evolución de los acontecimientos nacionales. En el texto, los artículos de cada tema se organizan por capítulos en orden de su aparición, comenzando por los más recientes.
Si algo distingue las reflexiones que recogen los artículos es que, en casi todos los casos, las conclusiones incluyen propuestas de solución a los retos. En muchos casos las propuestas presentan ideas y soluciones que no son las más fáciles o convencionales. En particular, las propuestas sobre los necesarios cambios en la cultura política y en la situación de vulnerabilidad de algunos segmentos de la población, requieren una voluntad política de los dirigentes que no siempre está presente. Las propuestas no son irrealistas ni irrealizables.
La antología Cantar de amapolas, es un valioso caudal de composiciones poéticas de autores de Gaspar Hernández en cuya lírica fulgura el encanto de la naturaleza, el sentimiento de las sensaciones entrañables y la emoción de valorar y vivir el amor a la patria chica mediante el arte de la creación poética.
Cazador de Palabras" está diseñado para estimular y ejercitar tu mente, además de aumentar tu vocabulario mientras te diviertes. Es apropiado para todas las edades e ideal para disfrutar en solitario, con amigos y familiares. Ya sea que te propongas retos o decidas practicarlo como un pasatiempo relajante, en
estas páginas encontrarás el equilibrio entre diversión y aprendizaje.
Cada página dispara una nueva aventura que te lanzará a través de temas fascinantes y niveles de dificultad crecientes. Aborda tópicos cotidianos y, a medida que avanza, incrementa los niveles de dificultad, volviendo los conceptos más complejos. El contenido de este libro despliega una recopilación de desafiantes sopas de letras que no solo te cautivarán, sino que también pondrán a prueba tu destreza para explorar y encontrar nuevos hallazgos. Agarra un lápiz y prepárate para convertirte en un auténtico cazador de palabras.
¡Vamos a la diversión!
Estas minificciones señalan hacia la puerta de un intrigante universo de misterio y asombro a través de historias cautivas que deben ser liberadas desde la lectura. Ya sea bajo las sombras de un “Cementerio de nubes”, orquestado por inteligencia artificial, o la evaporación de una villa en el mar, cada relato sumerge al lector en elementos que desafían lo convencional. Estos abordajes invitan al juego de anticiparse a giros inesperados que despiertan reflexiones profundas, desde el destino trágico de un columpio que desafía la gravedad hasta una venganza meticulosamente planeada con consecuencias dramáticas. Se puede desde su lectura lanzarse a la exploración de lo inexplicable, cazando fenómenos misteriosos y presencias etéreas. Apoyadas en un juego narrativo envolvente y misterioso, tejido con giros inesperados que provoca la reflexión encantadora sobre lo desconocido, estas minificciones invitan a interpretar lo ignoto, dejando una marca en la imaginación y trazando un viaje literario donde cada palabra conduce hacia dimensiones más allá de la realidad cotidiana.
Todos tenemos cosas que contar, algunas están en chats, fotos archivadas en alguna red social, notas en el celular, cartas escritas a mano, tatuajes imborrables en el corazón. Todos andamos de aquí para allá con una mochila repleta de recuerdos, de pensamientos que se niegan a salir de nuestra mente.
Todos hemos vivido experiencias que nos han marcado, que nos han regalado sonrisas por montones, pero también, nos han robado muchas noches de sueño.
Chulería Mía es eso que nos pasó ayer,
nos está pasando ahora y nos pasará mañana: historias de sol y lluvia, de rumba y silencio, de aficie y mal de amore en RD.
Este es un libro producto de mi pasión por el ciclismo de ruta. Su práctica como deporte de panorama abierto, de resistencia, de distancia e intensidad, social e individual, en solitario o en grupo; utilitario, competitivo y divertido a la vez, para mí, no tiene comparación con otras actividades lúdicas. Igual a la sensación que produce en un niño o un octagenario el volar. Todos los ciclistas nos sentimos que pertenecemos, con orgullo, a esa gran comunidad de los que andamos en bici. Por eso sentí que debía devolver algo de lo mucho que me ha dado el ciclismo, en la forma de un testimonio, con este modesto libro; mitad experiencia personal, mitad técnico.