En las páginas de este libro, los padres aprenderán a comunicarse con sus hijos en el nivel más profundo y gratificante, y a ayudarles a salvar con éxito el intrincado laberinto de las relaciones con los demás. Tomando los cinco principios básicos del gran éxito de Daniel Goleman, Inteligencia emocional, los autores explican cómo aplicarlos para obtener buenos resultados en la educación de los niños. Con este fin ofrecen sugerencias, actividades y consejos prácticos, que ayudarán a los padres a utilizar sus emociones del modo más positivo en asuntos tan cotidianos como la rivalidad entre hermanos, conflictos con los amigos, situaciones escolares diversas o la presión ejercida por los compañeros.
Al enfrentar desafíos, tareas desagradables y cuestiones contenciosas como las tareas escolares, el tiempo frente a la pantalla, las elecciones alimentarias y la hora de dormir, los niños a menudo se comportan mal o se cierran, respondiendo con reactividad en lugar de receptividad. Esto es lo que los autores superventas del New York Times, Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, llaman una respuesta de No Cerebro.
Pero nuestros hijos pueden ser enseñados a abordar la vida con apertura y curiosidad. Los padres pueden fomentar la capacidad de sus hijos para decir sí al mundo y dar la bienvenida a todo lo que la vida tiene para ofrecer, incluso en tiempos difíciles. Esto es lo que significa cultivar un Cerebro afirmativo.
Cuando los niños funcionan desde un cerebro afirmativo, están más dispuestos a tomar riesgos y explorar. Son más curiosos e imaginativos, menos preocupados por cometer errores. Son mejores en las relaciones y más flexibles y resilientes cuando se trata de manejar la adversidad y los grandes sentimientos.
Un testimonio desde dentro de la realidad del bullying y de lo que todos podemos hacer para ponerle fin.
Esta obra es el resultado de veinticinco años de docencia y de doce más en la directiva de la Asociación NACE. Es también un homenaje de su autora a todos los niños que han pasado por su vida. Ellos le han enseñado la realidad oculta del maltrato en las aulas, lo que no está en los manuales que todo el mundo lee. Se trata de un testimonio valiente y objetivo, basado en la experiencia de los muchos casos que su autora ha tenido que atender y con ejemplos reales de situaciones vividas. Aquí se muestran, con rigor, las otras caras del acoso escolar: las mentiras, las coacciones, la manipulación, la censura, la prevaricación… En definitiva, lo que algunos ocultan, lo que casi nadie dice y lo que muchos no saben.
Una de las mayores expertas en la lucha contra el bullying nos da las claves para erradicar esta lacra social, a la vez que denuncia los errores que se están cometiendo.
Así como en libros anteriores Carlos González abordó algunos temas que ocupan a padres de recién nacidos, en esta ocasión, ha decidido tratar cuestiones que afectan a niños algo mayores, hasta llegar a la adolescencia. Re?exiones sobre las particulares condiciones de los padres de hoy en día; sobre el ejercicio de la autoridad paterna, sus limitaciones y sus efectos; sobre el epidémico aumento en años recientes de los diagnósticos de hiperactividad; sobre la alimentación y sus trastornos; sobre las drogas?
Una obra en la que el pediatra Carlos González se centra por primera vez en la crianza y el cuidado de los niños que ya han pasado su primera infancia. Y como siempre, expuesto con sencillez, humor y sentido común.
La llegada de un hijo es algo tan potente y transformador que inevitablemente provoca cambios en los progenitores. La relación de pareja que tenían hasta entonces también se ve afectada, pues deben afrontar en común un reto absolutamente nuevo: criar a un hijo. Este bebé, a su vez, removerá al niño que cada uno de ellos fue. Y desde esta removida, tan monumental como, en ocasiones, inconsciente, ¿cómo puede la pareja seguir teniendo una buena relación?, ¿cómo puede mantener un vínculo sano, que sume y que esté lleno de amor, respeto y conexión?
A menudo los cambios son tantos y va todo tan rápido que la pareja, centrada en sacar adelante a los hijos y en trabajar, se va desconectando y distanciando, hasta el punto de que muchos sienten que están conviviendo casi como meros compañeros de piso, lo que los lleva a pensar en la separación. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra?