El "Epistolario" de Xavier Zubiri nos proporciona la posibilidad de asistir a la gestación de la filosofía de Zubiri desde su intimidad, desde sus inquietudes y formas de ser. En estas páginas se nos descubren, en las propias palabras de Zubiri, sus crisis personales, sus conflictos con la Iglesia católica, el proceso de su renuncia al sacerdocio, y de su matrimonio con Carmen Castro. Otros documentos nos muestran el modo en que Zubiri afrontó la Guerra Civil española, su paso por la universidad, y su renuncia a la cátedra. En el epistolario asistimos también a los inicios del gran proyecto cultural que Xavier Zubiri inició junto a Juan Lladó: la Sociedad de Estudios y Publicaciones, un espacio, en pleno franquismo, para el pensamiento libre y la investigación rigurosa, sin las presiones de las modas, de las escuelas, o de las filosofías oficiales.
Los años 1857-1858 fueron particularmente vibrantes y fecundos en la evolución intelectual de Marx. Fue en la década de 1850 –que arrancó, tras las revoluciones frustradas de 1848, con el exilio y la radicación definitiva de Marx en Londres y en la British Library– cuando profundizó en el estudio de la economía política y cimentó su trayectoria posterior, comenzando por la que a la postre sería su obra más influyente publicada en vida, el libro I de El Capital (1867).
En 1844, y atribuyéndolo a Juan Clímaco, Kierkegaard había publicado Migajas filosóficas, obra en la que diferenciaba radicalmente la filosofía sistemática con pretensiones absolutas (representada por Hegel) del socratismo, y a este, de la relación única que se produce entre el maestro y los discípulos, tal como se establece en el caso de Cristo y los cristianos.
Dos años más tarde, el mismo Juan Clímaco (y su «editor», es decir, Søren Kierkegaard) se vio en la obligación de hacer una serie de apostillas a dicho texto. En ellas profundizaba en los muchos matices del problema de cómo cabe siquiera pensar que la eternidad se relacione con el tiempo, o sea, que Dios y la historia puedan estar de algún modo en contacto y el individuo existente pueda realmente convertirse ya ahora en seguidor de la verdad plena y eterna.
La empresa, ciertamente, no puede ser más atrevida: se trata de formular los fundamentos de una ontología existencial donde la libertad y el amor hallen cabida e incluso se conviertan en el núcleo de un nuevo pensamiento antisistemático y mucho más profundo que cualquier intento de sistema.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) impartió sus lecciones de filosofía del derecho a lo largo de siete cursos entre 1817 y 1825. Esta nueva edición crítica ofrece la suma de este work in progress reuniendo por primera vez en castellano la integridad de los niveles textuales (epígrafes, comentarios, apostillas y acotaciones) con sus distintas notas y variantes. El lector ve así configurarse la trabazón lógica del sistema a partir del rico universo de referencias filosóficas, jurídicas e históricas como la tarea de «captar su época en pensamientos».
La Ciencia de la lógica hegeliana es sin duda una de las obras cumbre del idealismo alemán y del pensamiento filosófico de todos los tiempos. Obra densa y difícil, a la vez sutil y ardua, unas veces lúcida y serena, otras barroca y opaca, es un verdadero compendio de la lógica filosófica acumulada hasta el momento. «Metódicamente» intemporal e impoluta pero penetrada por completo del latido vivo de su época, representa el punto álgido donde la reflexión especulativa y en general la metafísica clásica alcanza su máximo esplendor y desarrollo. El presente volumen contiene los dos primeros libros de los tres que componen la Lógica de Hegel. En sus páginas encontrará el lector la gran tradición de la que bebe su autor: de Parménides a Galileo y Spinoza, de Aristóteles a Kant y Fíente, de Heráclito a los analistas matemáticos de los siglos XVII-XVIII, por citar algunos. Esta Ciencia de la lógica, al igual que ocurre con otras obras de Hegel, no sólo destila y condensa lo esencial del mundo antiguo y moderno, sino que anticipa visiones y conocimientos fundamentales de la edad contemporánea: ha sido y sigue siendo hoy una fuente a la que retornan el marxismo, el existencialismo o la hermenéutica. La presente edición de ABADA incluye un amplio estudio introductorio del profesor Félix Duque (Universidad Autónoma de Madrid), que la ha dotado además de un aparato crítico de notas, glosarios e índices que permitirán al lector acercarse del modo más directo posible al texto hegeliano.
El presente volumen reproduce, de acuerdo con la edición alemana de Annemarie Gethmann-Siefert y Bernadette Collenberg-Plotnikov, uno de los juegos de apuntes correspondientes a las lecciones de Hegel sobre estética o filosofía del arte impartidas en el semestre de verano de 1826. Se trata de los apuntes, tomados al dictado en clase, de Friedrich Carl Hermann Victor von Kehler, actualmente en posesión de la Biblioteca de la Universidad de Jena y cuya autenticidad no admite dudas, que tiene la ventaja de ofrecer la mayor cercanía posible a la pa- labra hablada de Hegel.
Mientras que el texto conocido de la Estética, realizado por su discípulo Heinrich Gustav Hotho, conduce a numeroso problemas y divergencias de interpretación, esta Filosofía del arte tiene la ventaja de ofrecer la reconstrucción de sus reflexiones originales sobre filosofía del arte en las lecciones de Berlín de 1826.
Aunque Empédocles ha jugado un inmenso papel en el desarrollo de la cultura occidental, muy poco es lo que se sabe sobre este filósofo que vivió en Sicilia durante el siglo V a.C. Basándose en un material nunca examinado antes, éste es el primer estudio que sitúa los fragmentos filosóficos de Empédocles dentro del contexto original de la filosofía de su época, como forma de vida, como misterio religioso y como magia. Peter Kingsley prueba que Empédocles no fue una figura aislada sino que estuvo relacionado con el antiguo pitagorismo, y sus vínculos con esta escuela demuestran el origen pitagórico de los mitos platónicos.
La segunda parte del libro examina las relaciones entre la antigua magia, la ciencia y la religión. Kingsley traza por primera vez una línea de transmisión desde Empédocles y la tradición pitagórica hasta el sur de Egipto y el Islam. Se trata de un proceso lleno de significado para llegar a entender no sólo la filosofía griega, sino también el origen de la alquimia, el sufismo y la mística medieval.
La tesis fundamental de Steinbock es que las emociones morales no solo tienen su propia temporalidad sino que permiten formas específicas de evidencia que clarifican el sentido de la personalidad, además de relanzar nociones como libertad, crítica y normatividad.
Esta obra marca una nueva etapa en la investigación fenomenológica. Se desarrolla a partir de una exploración sistemática en torno a lo que Steinbock denomina las «emociones morales», que describe como emociones de la auto-donación (orgullo, vergüenza y culpa), de la posibilidad (arrepentimiento, esperanza y desesperanza) y de la otredad (confianza, amor y humildad). A través de ellas descubre la estructura básica que subyace a las experiencias interpersonales concretas.
La tesis fundamental de Steinbock es que las emociones morales no solo tienen su propia temporalidad sino que permiten formas específicas de evidencia que clarifican el sentido de la personalidad, además de relanzar nociones como libertad, crítica y normatividad. Estas, a su vez, permiten el desarrollo de un nuevo paradigma para afrontar los retos de los imaginarios sociales contemporáneos, más allá de la disputa modernidad/posmodernidad.
Este volumen contiene la segunda parte, y última, del extenso curso de Xavier Zubiri sobre "Filosofía primera", impartido entre los años 1952 y 1953. A este volumen seguirá un tercero con los importantes apéndices del curso. Para Zubiri, la filosofía, en su radicalidad primera, no es una teoría del ser, ni una descripción de la subjetividad, sino un análisis de la congenereidad entre inteligencia y realidad. Si el primer volumen del curso trató sobre la inteligencia sentiente, este segundo aborda principalmente la realidad en cuanto tal. El lector podrá comprobar la génesis y el desarrollo, desde la perspectiva de Zubiri, de importantes conceptos metafísicos como esencia y existencia, sustancia y sustantividad, dar de sí y causalidad, los tipos de realidad, el espacio y el tiempo, la idea de filosofía, etc. Son temas que Zubiri seguirá desarrollando ulteriormente, especialmente en Sobre la esencia (1962), y en los escritos y cursos posteriores. Este segundo volumen de la "Filosofía primera" se vuelve así imprescindible para la comprensión de la marcha del pensamiento del filósofo español.