«Todo cambia, en efecto, pero raramente a mejor.» El gran ensayista rumano, en estado puro.
Emil Cioran nos invita a reflexionar en este ensayo sobre la ineptitud humana para la felicidad y nuestra incapacidad para soportarla. El relato bíblico del Génesis dejó las cosas claras desde el principio: al desobedecer el mandato divino, al preferir la sabiduría a la inmortalidad, sellamos nuestro destino como seres errantes, en busca de un Paraíso perdido al que, de todas formas no podríamos adaptarnos si alguna vez diéramos con él. A lo largo de estas páginas, el célebre ensayista rumano se pregunta si la inocencia es el estado natural del ser humano, y el dolor, condición de la sabiduría. La respuesta, paradójica, sorprendente, es una muestra más del sarcasmo y la lucidez extrema de este maestro del pensamiento.
Opus dei, «obra de Dios» es la definición de la liturgia según la doctrina de la Iglesia católica. A primera vista, se refiere al ejercicio del ministerio sacerdotal separado de la praxis que gobierna las otras esferas de la vida. Pero se trata de una separación sólo aparente que encierra un arcano. Es en ello en lo que se centra la investigación arqueológica de Giorgio Agamben. Un modo de filosofar que sabe como ningún otro iluminar, en los conceptos más comunes, huellas escondidas, reveladoras de filiaciones insospechadas. Llegar a la esencia del «misterio del ministerio» significa entonces descubrir, tras haber vuelto a recorrer el proceso de elaboración teológica que se remonta al cristianismo primitivo, la importancia inmensa del officium -el término latino para «liturgia»-en la concepción misma de la modernidad en Occidente. La idea del ser, la ética, la política y la economía no tienen más paradigma que el del officium. Del funcionario al militante, la acción humana se ha configurado según el modelo de proceder del sacerdote, en el cual lo que es el hombre se reduce a lo que el hombre debe hacer. Una estrategia en la que el pensamiento sismográfico de Agamben registra las primeras fisuras.
La inteligencia artificial se está abriendo paso con fuerza también en el ámbito del arte, y una serie de preguntas que hasta no hace mucho nos hubieran sonado insólitas, ahora ya, para bien o para mal, nos resultan habituales: ¿Puede una máquina ser verdaderamente creativa? ¿Qué implica esto para la teoría y la práctica del arte? ¿Debemos redefinir el arte? ¿A quién o qué debemos considerar creador? ¿Cómo distinguir un original de una falsificación? Y en general, ¿es artísticamente relevante si una obra ha sido creada por un ser humano o por una máquina? Con un pie en la teoría estética y otro en la crítica cultural, Catrin Misselhorn examina el impacto de la inteligencia artificial en el mundo del arte y cuestiona si, con su capacidad para generar obras visuales, musicales o literarias, los sistemas podrán sustituir a la creación humana y nos obligarán a redefinir lo que entendemos por arte. La autora no solo pone el foco en los avances tecnológicos, sino también en las implicaciones éticas que desafían el presente, una era en la que las máquinas ya están tomando el relevo de los artistas.
Filosofía del colapso pretende dilucidar los presupuestos filosóficos, metafísicos y aun teológicos involucrados en las narraciones sobre el colapso. Estas narraciones han alcanzando tal rango teórico que puede hablarse, sin reparos, de una auténtica colapsología. Se trata de una síntesis de vastos dominios de conocimiento científico en torno a cuestiones de gran calado como el cambio climático, el pico del petróleo o la pérdida de la biodiversidad. Frente a la tesis del progreso infinito o de la abundancia ilimitada de recursos, los colapsólogos creen desvelar una tendencia de la civilización industrial hacia el desmoronamiento. En la medida en que la colapsología también plantea la pregunta por la existencia humana bajo la hipótesis del peor escenario posible, se trata de una recuperación contemporánea del existencialismo. A este respecto, la obra propone aplicar las categorías analíticas básicas del existencialismo a la colapsología, con el fin de elaborar una hermenéutica existencial del colapso.
En los albores mismos del nacimiento de la filosofía Platón planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. El presente volumen recoge tres interesantes piezas platónicas. La Apología de Sócrates constituye el hermoso relato que hace Platón del juicio y condena de su maestro en el año 399 a.C. El diálogo Menón trata esencialmente sobre la teoría de la reminiscencia, según la cual el conocimiento no es otra cosa que el recuerdo de experiencias anteriores. Finalmente, el Crátilo estudia el nexo complejo que existe entre lengua y realidad y si es posible desvelar la verdad por medio de las palabras.
Sin pretender ser exhaustivo, el autor estudio los principales filósofos contemporáneos desde un punto de vista a la vez expositivo y crítico. Empieza explicando la disolución del hegelianismo fundándose especialmente en Marx y en Kierkegaard. La filosofía de la vida, de Schopenhauer y Nietzsche, se presenta como una reflexión sobre el sentido de la existencia humana. En el positivismo, ve el autor la encarnación del espíritu del S. XIX. Despues del idealismo y el espiritualismo francés, el libro termina con la exposición de la fenomenología de Husserl y el existencialismo.
Terminado durante el verano de 1888, CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS es "una completa introducción de conjunto" a las "heterodoxias filosóficas esenciales" de Friedrich Nietzsche (1844-1900). También en el aspecto estilístico constituye este libro una excelente antología, tanto por su lenguaje vivo, jovial y agresivo, como por los aforismos de su primera parte. La presente edición se complementa con una introducción y abundantes notas a cargo de Andrés Sánchez Pascual, traductor asimismo de la obra.
«El nacionalismo es sin duda la más poderosa y quizás la más destructiva fuerza de nuestro tiempo. Si existe el peligro de aniquilación total de la humanidad, lo más probable es que dicha aniquilación provenga de un estallido irracional de odio contra un enemigo u opresor de la nación real o imaginario […]. Quizás la humanidad viva lo suficiente para ver el día en que el nacionalismo parezca absurdo y remoto, pero para ello deberemos entenderlo y no subestimarlo; y es que aquello que no es comprendido no puede ser controlado: domina a los hombres en lugar de ser dominado por ellos.»
En el presente libro, Karl Reinhardt realiza una interpretación reflexiva y comparativa de los mitos de Platón A principios del siglo XX, el vínculo de la Modernidad europea con el mundo antiguo sufrió una profunda transformación. El pensamiento históricocrítico ofreció una nueva luz sobre la Antigüedad. Puso de manifiesto la multiplicidad de aspectos de una época que, hasta entonces, fue entendida como uniforme. Sin embargo, esta nueva mirada también puso en evidencia la diferencia del propio presente respecto del mundo antiguo. En el libro, Reinhardt realiza una interpretación reflexiva y comparativa de los mitos de Platón. Selecciona lo que, desde su punto de vista, es significativo y lo ordena en una red de conceptos fundamentales. De esta manera, hace visible la relevancia práctica y emocional del texto para el lector, invitándolo a acompañarlo en el sentir y en el pensar. Su obra supuso una nueva forma de abordar los textos de la Antigüedad, evitando reducirlos a un pasado comprensible (y, por tanto, relevante) solo a partir de sí mismo.