Un fascinante recorrido a través de la nueva ciencia de la neuroestética, que demuestra cómo el contacto con el arte transforma nuestro cerebro, mejora nuestra salud mental y física y nos permite construir comunidades más fuertes y unidas.
Hay una extendida creencia de que las artes son solo entretenimiento, un lujo. En Tu cerebro quiere arte, las autoras Susan Magsamen e Ivy Ross muestran cómo actividades que van desde la pintura y el baile hasta la escritura expresiva o la arquitectura son esenciales para nuestras vidas.
Estamos en el linde de un cambio cultural en el que las artes pueden ofrecernos soluciones contrastadas, potentes y accesibles que nos beneficien todos. Magsamen y Ross nos presentan las investigaciones que demuestran como, sin importar tu nivel de habilidad, dedicando solo cuarenta y cinco minutos a un proyecto artístico podemos reducir el cortisol, la hormona del estrés, y que una experiencia artística al mes puede extender tu vida diez años. Hay médicos que incluso prescriben visitas a museos para abordar la soledad, la demencia y muchos otros problemas de salud física y mental.
Aprenderemos asimismo que tocar un instrumento desarrolla habilidades cognitivas y mejora el aprendizaje; las vibraciones de un diapasón crean ondas sonoras que contrarrestan el estrés; la realidad virtual puede proporcionar beneficios terapéuticos de vanguardia; y las exhibiciones interactivas disuelven los límites entre el arte y los espectadores al involucrar todos nuestros sentidos y fortalecen nuestra memoria.
Tu cerebro quiere arte es una guía sobre neuroestética que, a través de conversaciones con artistas como David Byrne, Renée Fleming y el biólogo evolutivo E. O. Wilson, nos descubre un rico tapiz de investigaciones pioneras y casos concretos de personas de todo el mundo que utilizan las artes para mejorar sus vidas. Gracias a esta obra, abriremos un portal hacia una nueva comprensión de cómo las artes y la estética pueden ayudarnos a transformar la medicina tradicional, a construir comunidades más saludables y a reparar un planeta en crisis.
Ralph Waldo Emerson, fue uno de los padres fundadores de la regeneración de la literatura americana del siglo XIX, y junto a David Thoreau o Walt Whitman, desarrollaron la filosofía del trascendentalismo: un nuevo pensamiento místico y pragmático que puso toda su confianza en el ser humano como individuo y creyó en la intuición y la integridad de uno mismo como fuente de sabiduría.
Consejos milenarios basados en la experiencia y el sentido común para enfrentarnos a los dilemas morales de hoy.
Reconocido universalmente como uno de los autores más importantes de la historia romana, Cicerón era también un brillante orador que quiso ofrecer a sus contemporáneos una guía de conducta para los tiempos difíciles y cambiantes del mundo en el que vivían. Su objetivo era aplicar, con sentido común y pragmatismo, las lecciones aprendidas en la filosofía a la práctica cotidiana.
Durante los años noventa Michael Ignatieff recorrió las principales zonas de guerra: Serbia, Croacia y Bosnia; Ruanda, Burundi y Angola; y Afganistán. El honor del guerrero es una brillante reflexión, que resuena hasta nuestros días, sobre lo que presenció en lugares donde la guerra étnica se había convertido en un modo de vida.
En una serie de retratos impactantes (y demasiado extrapolables a la actualidad), el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024 describe el surgimiento de los nuevos intervencionistas morales —los cooperantes, reporteros, pacificadores, delegados de la Cruz Roja y diplomáticos—, quienes creen que la miseria de otras personas, por lejos que estén, nos concierne a todos. Nos enfrenta a los nuevos guerreros étnicos —los señores de la guerra, los guerrilleros y los paramilitares—, que han incrementado el carácter salvaje y violento de la guerra posmoderna de una forma sin precedentes. Del encuentro de estos dos grupos, extrae conclusiones sorprendentes y alarmantes acerca de la ambigua ética del compromiso, las limitaciones de la justicia moral en un mundo en guerra y el inevitable enfrentamiento entre los que defienden las lealtades tribales y nacionales y los que hablan el lenguaje universal de los derechos humanos.
Un texto lúcido y provocador sobre nuestro papel en un mundo en el que casi todo nos puede ser entregado a domicilio, y que traza con agudeza la arqueología de una nueva mentalidad de repliegue y renuncia.
El declive y el catastrofismo permean las sociedades occidentales. Desde principios de siglo una serie de acontecimientos, tales como el calentamiento global, el terrorismo islamista, la pandemia del Covid-19 y la guerra en Ucrania parecen confirmar esta idea.
En este esclarecedor ensayo, Bruckner indaga en la mentalidad que prevalece hoy en día y que tiende de manera progresiva al retraimiento y la renuncia al mundo. Reflexiona sobre experiencias propias y plantea una de las grandes e irrefutables paradojas de la modernidad: el gusto por la reclusión ha provocado un confinamiento voluntario que sustituye aquel al que nos vimos obligados a causa de la pandemia, y cuyas graves implicaciones podemos advertir en el estado de ánimo de la sociedad de nuestro tiempo.
Extraordinaria autobiografía vital e intelectual de uno de los grandes filósofos de nuestro tiempo.
Daniel Dennett, preeminente filósofo y científico cognitivo, dedicó su larga carrera a descifrar los misterios más espinosos y fundamentales de la mente. ¿Tenemos libre albedrío? ¿Qué es la conciencia y cómo surgió? ¿Qué distingue la mente humana de la de los animales? Sus respuestas han marcado profundamente nuestra era de pensamiento filosófico. He estado pensando traza el desarrollo del intelecto del propio Dennett y nos instruye sobre cómo podemos convertirnos cada uno de nosotros en buenos pensadores.
La incesante curiosidad de Dennett le lleva de su infancia en Beirut y las aulas de Harvard, Oxford y Tufts, a «cruceros cognitivos» en veleros, a los campos de Maine, y a grupos de reflexión de todo el mundo. Por el camino, se encuentra y debate con una serie de pensadores legendarios ―Douglas Hofstadter, Marvin Minsky, Gilbert Ryle, Stephen Jay Gould, entre otros― y revela los avances y errores de juicio que dieron forma a sus teorías. Pensar, sostiene Dennett, es difícil y arriesgado. De hecho, todo buen pensamiento filosófico va acompañado de desconcierto y solo cuando nos equivocamos encontramos, muy de vez en cuando, la manera de acertar.