En estas páginas, Diego S. Garrocho no arma una defensa de la prudencia ni de las buenas maneras en política, sino la constatación de cómo en un contexto atravesado por irracionales identitarismos y juegos de posición, la moderación es, sobre todo, un acto de valentía.
¿Cómo puede establecerse hoy un nuevo tipo de dictadura? Onfray identificó siete vías: destruir la libertad; empobrecer el lenguaje; abolir la verdad; suprimir la historia; negar la naturaleza; propagar el odio; aspirar al Imperio.
Cada uno de estas vías se compone de acciones concretas:
- Para destruir la libertad, hay que: asegurar la vigilancia perpetua; arruinar la vida personal; suprimir la soledad; regocijarse en las celebraciones obligatorias; uniformizar la opinión; denunciar el crimen de pensamiento.
- Para empobrecer el lenguaje, hay que: utilizar un nuevo lenguaje; emplear un doble lenguaje; destruir las palabras; oralizar el lenguaje; hablar una sola lengua; acabar con los clásicos.
- Para abolir la verdad, hay que: enseñar ideología; utilizar la prensa en beneficio propio; difundir noticias falsas; producir realidad.
- Para abolir la historia, hay que: borrar el pasado; reescribir la historia; inventar la memoria; destruir los libros; industrializar la literatura.
- Para negar la naturaleza, necesitamos: destruir el impulso vital; organizar la frustración sexual; higienizar la vida; procrear médicamente.
- Para propagar el odio, necesitamos: crear un enemigo; fomentar la guerra; psiquiatrizar el pensamiento crítico; acabar con el último hombre.
- Para aspirar al Imperio hay que: formar a los niños; administrar a la oposición; gobernar con las élites; esclavizar mediante el progreso; ocultar el poder.
¿Quién puede decir que no estamos ahí?
Un exhaustivo e inédito recorrido, entre ensayo y creación, alrededor de las figuras de Dioniso y Ariadna a través de la religión, el arte, la ciencia y la filosofía.
Pocos motivos hay tan poderosos en la historia del pensamiento, las artes y las letras como el de la princesa Ariadna, abandonada mientras duerme en la isla de Naxos y despertada por un dios, Dioniso, que la convertirá en su esposa y le otorgará una apoteosis inolvidable.
En la Grecia antigua, Dioniso ocupaba un lugar ambivalente entre las divinidades griegas más importantes para la comunidad. Encarnaba la reconciliación y la cohesión colectiva pero también el éxtasis que hacía perder al ser humano la conciencia individual, acercándolo al gran misterio del mundo. Entre lo visible y lo invisible, los márgenes y el centro, lo masculino y lo femenino, lo humano y lo divino, el papel crucial de Dioniso se confirma asimismo en su recepción moderna, sobre todo desde Nietzsche. Pero el poliédrico dios se resiste a menudo a las muchas racionalizaciones, de ayer y hoy, que se han intentado hacer de él.
Palabras que hieren ha sido reconocido universalmente como una obra magistral y uno de los libros más importantes de Judith Butler. En este análisis de los debates alrededor del discurso de odio, la pornografía y la homosexualidad, Butler sostiene que las palabras pueden herir y que la violencia lingüística es un tipo de violencia particular. También sostiene que este discurso es emocional y fluido porque sus efectos a menudo escapan al control del hablante, moldeados por la fantasía, el contexto y las estructuras de poder.
Butler insta a la cautela en el uso de la legislación para restringir y censurar la libertad de expresión, pues aunque el discurso de odio puede reforzar las estructuras de poder, también puede replicar el poder en formas que separan el lenguaje de su capacidad de causar daño. Por ejemplo, en los casos en que el lenguaje injurioso es internalizado por prácticas estéticas que buscan enfrentarse al daño y reducirlo, como ocurre en el rap y en la música popular, las palabras también pueden ser una forma de reconocimiento y usarse como réplica.
William Shakespeare es uno de los pilares fundamentales de la literatura universal. Pero ¿qué tiene su escritura para trascender más allá de los siglos?
En 1765, el gran crítico inglés Samuel Johnson abrió su edición de las obras de Shakespeare con este texto, un prefacio impecable que analiza cómo el autor capturó la esencia de la naturaleza humana, combinando tragedia y comedia, lo sublime y lo cotidiano, en un equilibrio único.
Atento a las implicaciones morales de las narrativas de Shakespeare, Johnson logró elevar el estatus de la propia literatura gracias a esta lectura esencial que nos recuerda por qué sus obras siguen siendo imprescindibles para entender nuestra propia humanidad.
Un libro ideal para adentrarse en la mente de uno de los mayores genios literarios de la historia.
El filósofo y miembro de la Academia Francesa Alain Finkielkraut analiza, de la mano de algunos de sus autores favoritos como Milan Kundera y Philip Roth, la manera en que el poder otrora formativo de los grandes autores y obras del canon literario de Europa se va disolviendo bajo la sobra del pensamiento único de lo políticamente correcto de la sociedad actual: un recorrido por la «cultura de la cancelación» desde el impacto del #MeToo al movimiento Black Lives Matter y los nuevos ecologismos. «Hemos entrado en la edad de la posliteratura. El tiempo en que la visión literaria del mundo tenía un lugar en el mundo parece estar cumplido para siempre. No es que la inspiración se haya agotado súbita y definitivamente. Siguen escribiéndose e imprimiéndose libros de verdad, pero no "imprimen". Ya no tienen ninguna virtud formativa. Se dirigen a lectores que, desde antes incluso de entrar en la vida, se niegan a que se les cuente y miran la Historia y las historias con la inteligencia soberana que les confiere la victoria total sobre los prejuicios. Neofeminismo simplificador, antirracismo sonámbulo, recubrimiento metódico de la fealdad y de la belleza del mundo mediante las ecuaciones del pensar calculador, negación obstinada de la finitud: en su lucha contra la mentira, el arte está perdiendo la partida.» Alain Finkielkraut