Escribir una carta, o recibirla, es indicio de que todavía palpita un deseo consciente de preocuparse por los acontecimientos y de interesarse por las personas que tendrán que sobrevivirlos a nuestro mismo lado de la historia.
Las cartas de Arendt a sus amigos son un intento de definir la amistad entre seres humanos capaces de reconocer y de asumir su parte de responsabilidad en la conformación de la historia.
En este ensayo, Olga Amarís se adentra en la escritura de la Arendt más íntima, aquella que se muestra desde sus distintos prismas, como amante, como amiga, como confesora, como discípula… para comprobar de qué forma su obra filosófica y política resultan inseparables de la vida que las concibió.
De este modo, el género epistolar -entendido como aquel refugio en el que el pensamiento se exilia para poder encontrase con el otro- le permite a Amarís descubrir de qué modo la comunicación con los amigos condiciona y transforma el desarrollo de la obra arendtiana, constituyendo por otro lado, un auténtico ensayo de comprensión de la realidad de su tiempo.
La ansiedad es un fenómeno afectivo que puede protegernos del peligro y ser un peligro en sí misma. ¿Pero cuándo está justificada? ¿Cuándo deja de funcionar como señal eficaz y razonable para prevenir amenazas inminentes y se convierte en una proyección invasiva de nuestros propios fantasmas?
Este libro muestra a través de un exhaustivo análisis fenomenológico cómo la ansiedad produce una alteración de las dimensiones de encarnación, conciencia del tiempo y fantasía. Partiendo de la metodología polifónica de Bakhtin y apoyándose en las voces de pensadores de la talla de Kierkegaard, Husserl, Freud, Blumenberg, Heidegger, Sartre, Adorno, Derrida y Lévinas, Stefano Micali elabora nuevas categorías para comprender la ansiedad y ofrece un análisis fenomenológico de sus rasgos esenciales.
Micali explora nuevas perspectivas sobre la compleja relación entre ansiedad, miedo y trauma, a la vez que hace dialogar a la historia del arte y la antropología cultural, la psicopatología y la teología, la literatura y la filosofía política.
Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche, no solo está considerado como el libro más representativo de este genial pensador, sino también como una de las obras de mayor calidad literaria en lengua alemana de todos los tiempos. Nietzsche puso en boca del legendario filósofo persa Zaratustra la quintaesencia de su mensaje: el superhombre, la muerte de Dios, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico. Esta edición va acompañada de una copiosa bibliografía orientada al lector interesado por el pensamiento nietzscheano, y por un estudio preliminar, ambos preparados por Enrique López Castellón, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid.
¿Ha perdido el arte su aura, su dimensión intelectual o, lo que es peor, su poder de comunicación, dicho en otras palabras, su principal razón de ser? En este libro polémico y escrito a contracorriente de la crítica más conformista, Marie-Claire
Uberquoi reflexiona sobre la plástica de las últimas décadas, centrándose en los artistas que han llevado más lejos sus deseos de acoso y derribo de la noción tradicional del arte para plantearse nuevas vías de expresión.
Muchos piensan que se ha tocado fondo y hablan de la impostura de la creación actual. Otros apuestan por un arte supuestamente renovador plasmado en trabajos que no tienen nada que ver con el goce estético. El rechazo del objeto artístico, la explotación publicitaria de obras falsamente provocadoras, la deriva hacia el activismo político y el fenómeno de la banalización del arte son algunas de las cuestiones analizadas en este ensayo que propone reivindicar «otro arte contemporáneo» ajeno a la cultura del espectáculo.
Hace más de dos décadas, Arthur C. Danto anunció que la llegada del fin del arte se había dado en los años sesenta; y fue precisamente tras esa declaración cuando se situó a la vanguardia en la crítica radical de la naturaleza del arte en nuestro tiempo. Esta obra presenta la primera reformulación a gran escala de esta original percepción y muestra cómo, tras el eclipse del expresionismo abstracto, el arte se ha desviado irrevocablemente del curso narrativo que Vasari definió para él en el Renacimiento.
La inteligencia artificial ha nacido cargada de promesas y de amenazas, suscitando a la vez entusiasmos y recelos. Tanto los entusiastas como los temerosos reclaman dotarla de ética para defender y empoderar a los seres humanos y a la naturaleza; algunos incluso aseguran que podremos acabar con las enfermedades, la muerte y crear una especie superior que inaugure un mundo de paz y felicidad.
Ante esta visión tan optimista, ¿hablamos de «ética» o de «ideoogía»? ¿No se está dando por ciencia lo que no lo es para atraer suculentas inversiones, o incluso ganar en la competencia por el poder mundial? Y todo ello mientras en el espacio público triunfa la razón estratégica y se produce el eclipse de la razón comunicativa. Es ésta una pésima noticia si queremos fortalecer la democracia, que está en peligro en el contexto mundial. Y, por supuesto, en España, Europa y América Latina.