Meditaciones recoge las reflexiones que escribió al final de su vida el emperador romano Marco Aurelio, gran filósofo estoico. Marco Aurelio Antonino Augusto fue un gobernante intelectual y famoso por su sabiduría tanto en tiempos de paz como durante la guerra. Esta obra, compuesta de doce partes, fue escrita en el siglo II d.C. Marco Aurelio escribió estas reflexiones como recordatorio a modo de diario para sí mismo para lograr permanecer calmado y tranquilo, incluso en situaciones adversas. Reflexionando sobre los problemas cotidianos que cualquier persona puede enfrentar en su vida: ya sea compañeros de trabajo difíciles, discusiones familiares o metas que parecen demasiado lejanas. Trata, en definitiva, de cómo alcanzar la felicidad. Las Meditaciones del gran emperador-filósofo romano son sencillas aunque profundas obras de filosofía estoica que, a día de hoy, continúan ofreciendo a muchos orientación y consuelo con su elocuencia, sabiduría y humildad.
Este libro, nos dice su autor, es fruto de largos años de reflexión en torno a «líneas de pensamiento y experimentación poco habituales». Para él, la fuente es la imagen que mejor representa el misterio de la vida; en arquitectura, los rascacielos serían las fuentes heladas que han ido brotando en las ciudades. La forma, como afirmaba Sullivan, ha de ser siempre fiel a la función, pero, según Bragdon, la función debe expresar y determinar a la vez el significado mismo de la forma, como ocurre en los organismos naturales. Por tanto, la arquitectura ha de ser orgánica y estética, no en el sentido de «acorde con el buen gusto», sino en el más profundo de belleza.
Immanuel Kant, uno de los pensadores más destacados de toda la filosofía moderna, se preguntó a finales del siglo XVIII cómo hacer de la Metafísica una ciencia comparable a las Matemáticas o la Física y cuáles eran los límites del razonamiento humano. Lo hizo en su extraordinaria Crítica de la razón pura, un libro extenso y complejo que condensamos en la presente edición, cuidadosamente abreviada y que constituye todo un compendio de sabiduría y un desafío al intelecto. Como diría el propio filósofo: Sapere aude! («¡Atrévete a saber!»).
El emperador y filósofo romano Marco Aurelio destacó por su serenidad, su modestia y su búsqueda de la verdad, a la vez que fue un césar brillante en el campo de batalla. Solo escribió una obra: Meditaciones, uno de los mejores libros de filosofía y ética de la historia. Se trata de un compendio de sabiduría y reflexión para afrontar los tiempos adversos. Sus principios estoicos siguen estando vigentes en la actualidad: cómo mantener la integridad, cómo ser tolerante, cómo conservar la calma, cómo vivir en armonía el presente, actuando sobre lo que depende de uno y aceptando lo que no. En definitiva, una obra maestra para comprender mejor nuestras almas.
Edith Stein recorrió un sinuoso camino de búsqueda que la llevó del judaísmo al agnosticismo, a la filosofía, al catolicismo y que concluyó en el infierno de los campos de concentración nazis. Nacida en Polonia en 1891, fue la primera mujer en doctorarse en Filosofía en Alemania y perteneció al círculo íntimo de Edmund Husserl, padre de la Fenomenología. Temprana feminista, en 1921 su vida dio un vuelco místico y se convirtió al catolicismo para ingresar en la orden carmelita como Teresa Benedicta de la Cruz. Canceladas sus expectativas de emigración, fue detenida por la Gestapo en 1942 y deportada a Auschwitz, donde fue asesinada. En 1998 el papa Juan Pablo II la canoniza. La ambiciosa investigación de Irene Chikiar Bauer propone, bajo una luz inédita, un recorrido por los escritos autobiográficos de esta mujer personalísima, sus textos filosóficos y religiosos y su extensa correspondencia, y reconstruye tanto sus resbaladizos contextos de producción como las preocupaciones vitales y existenciales de Stein. Como resultado, en este libro enlaza su vida y obra con los tiempos brumosos en los que vivió y con las causas que abrazó con fervor y convicción. En ese gesto, traza líneas que necesariamente llegan al presente y aportan a la discusión contemporánea sobre lo identitario.
Ralph Waldo Emerson, fue uno de los padres fundadores de la regeneración de la literatura americana del siglo XIX, y junto a David Thoreau o Walt Whitman, desarrollaron la filosofía del trascendentalismo: un nuevo pensamiento místico y pragmático que puso toda su confianza en el ser humano como individuo y creyó en la intuición y la integridad de uno mismo como fuente de sabiduría.