La Enciclopedia de Hegel fue concebida por su autor como un compendio o manual general para los oyentes de sus cursos, es una obra única en el sentido de que expone por primera vez el trazado programático completo del sistema filosófico hegeliano, incluyendo, por tanto, las tres partes de dicho sistema: «Ciencia de la Lógica», «Filosofía de la Naturaleza» y «Filosofía del Espíritu».
En los albores mismos del nacimiento de la filosofía Platón planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. El presente volumen recoge tres interesantes piezas platónicas. La Apología de Sócrates constituye el hermoso relato que hace Platón del juicio y condena de su maestro en el año 399 a.C. El diálogo Menón trata esencialmente sobre la teoría de la reminiscencia, según la cual el conocimiento no es otra cosa que el recuerdo de experiencias anteriores. Finalmente, el Crátilo estudia el nexo complejo que existe entre lengua y realidad y si es posible desvelar la verdad por medio de las palabras.
En el período que transcurrió desde su infancia hasta su muerte, Platón (ca. 428-ca. 347 a.C.) conoció la decadencia de la grandeza ateniense, jalonada por numerosos y señalados episodios históricos que, junto con su reiterado fracaso político en Siracusa, influyeron poderosamente tanto en su actividad política como en su trabajo intelectual. La república presenta el modelo de ciudad donde la justicia prevalece frente al desorden, la confusión y la perversión; sin embargo, como señala Manuel Fernández-Galiano en la introducción al volumen, el diálogo no apunta a la construcción ideal de una sociedad perfecta de hombres perfectos, sino que es un tratado de medicina política con aplicación a los regímenes existentes en su tiempo.
La extensa y variada obra de Platón (h. 428-h. 347 a.C.) ofrece en El banquete un estilo y una configuración peculiares, condicionados por la elección del escenario (una conversación después de una comida) y la naturaleza del tema tratado (el amor, esencial y recurrente a lo largo de la obra platónica). Como señala Carlos García Gual, en este diálogo Platón despliega con habilidad literaria y versátil retórica un abanico de perspectivas que permite al lector advertir la complejidad de los enfoques posibles, para luego establecer, a través de la iluminada revelación de Diotima, su propia teoría, según la cual el impulso erótico se sublima en una escala dialéctica hacia esa idea de Belleza que es también el Bien.
El tiempo es un tema de reflexión tan apasionante como escurridizo. Si no nos lo preguntan, todos sabemos qué es, pero, como advirtió san Agustín, si tratamos de definirlo, acabamos enredados en complejas paradojas. Nuestra vida se mueve en una leve franja de tiempo presente, con un pasado, que ya no es, a sus espaldas, y un futuro, que aún no es, por delante. Proust elogió la capacidad del arte para resucitar momentos pretéritos de nuestra vida; los existencialistas alabaron la conciencia de nuestra finitud como forma de autenticidad; los biólogos hablan de un tiempo interno que regula funciones vitales sin nuestra intervención consciente y Albert Einstein definió el tiempo como la cuarta dimensión. Safranski explora de forma atractiva y accesible la multiforme experiencia humana del tiempo y descubre en su inexorable transcurso un rasgo esencial de la condición humana.