Predrag Cicovacki nos invita a reflexionar sobre lo que da sentido a la vida. Su libro nos enseña que la teoría y la práctica, las ideas sobre la vida y los modos de vivir deberían ser inseparables. Del mismo modo en que hablar de la moralidad no debería separarse de practicar la virtud, hablar sobre el sentido de la vida no debería separarse de intentar vivirla con tanto sentido como sea posible. Examinar las vidas de las personas que más admiramos revela que vivir una vida con significado nunca puede ser una simple búsqueda de logros y éxitos individuales. El yo no es ni la realidad última, ni debería ser nuestra máxima preocupación. Nuestra búsqueda de un significado debe orientarse a algo mayor que nuestras vidas individuales, y lo que debemos discernir es qué son y qué no son verdaderos objetos de tal devoción. No podemos lograrlo solos.
En este iluminador ensayo, Gómez Pin desbroza la tesis reduccionista, con escrupuloso respeto de las disciplinas en las que esta busca apoyo, y propone razones para reivindicar la excepcionalidad del animal humano, el peso de nuestra frágil y abisal inteligencia: una inteligencia surgida de la vida, pero capaz de ser testigo de la misma y proyectar la forja de entidades que podrían ser homologables a ella misma. Por su ansia de contar y su empeño en dar cuenta de las cosas, el humano importa, es decir, se alza como el ser que cuenta.
No hay un tiempo ajeno por completo al conflicto, en que la guerra no forme parte de la cultura: la arrastramos en nuestro pasado y su sombra se proyecta en el futuro como amenaza. Pero ¿qué es la guerra para quienes no la han vivido en carne propia? ¿Y de dónde sale el caudal de imágenes y relatos que nutren y configuran nuestro conocimiento del fenómeno? ¿Acaso son imparciales, no obedecen a ciertos códigos y propósitos? Éste no es un libro sobre la naturaleza de las guerras, sino sobre las representaciones que de ellas se han ofrecido en la literatura, las artes visuales y los medios de comunicación, a través de los cuales la memoria individual y la colectiva se entretejen. Más que un tema de investigación, se trata de un desafío intelectual: ¿cómo pensar y cómo decir la guerra? Antonio Monegal aborda algunas de las cuestiones que plantea el tratamiento de la guerra en nuestra tradición, desde la épica a la tragedia y la elegía, para intentar definir una ética de la representación capaz de hacer justicia a lo indecible.
Una aproximación poética al arte de la meditación.
En el mundo de Chandra Livia Candiani, donde la palabra es imagen y poesía, meditar es quedarse quieto, seguir con paciencia la respiración y acogerla en silencio y con humildad; es seguir los movimientos de nuestra mente sin detenernos en los pensamientos sobre el pasado y el futuro, y dejar que pasen delante de nosotros como pájaros en un cielo vasto.
Meditar no consiste en crear un vacío a nuestro alrededor, sino en unir dos mundos: el de lo espiritual y el de lo cotidiano. Y entonces los gestos más ordinarios como cocinar, lavar, limpiar o leer pueden convertirse en formas de oración, en rituales que nos conectan en intimidad con nosotros mismos y lo que nos ocurre.
Escrito con una bella prosa poética, El silencio es algo vivo nos sumerge en un viaje hacia la práctica meditativa y nos demuestra que sembrar la meditación, así como la poesía, significa ante todo avivar la conciencia y reconocer que comprender es aprender a escuchar y esperar.
Imprevisible y sin embargo regular, siempre nueva a la vez que inteligible, la moda no deja de interesar a psicólogos, sociólogos y estetas. En este libro, sin embargo, Roland Barthes la cuestiona desde un punto de vista distinto: considerándola a través de las descripciones de la prensa, descubre en ella un sistema de significaciones y la somete por primera vez a un verdadero análisis semántico. ¿Cómo los hombres y las mujeres pueden crear sentido a través de sus vestimentas?
Si El sofista es uno de los diálogos de Platón que más ha atraído a estudiosos y amantes de la Filosofía, ello está motivado tanto por su contenido y relevancia en el conjunto de la obra platónica, como por la influencia que, hasta nuestros días, ha ejercido en la conformación de importantes conceptos del pensamiento occidental. El diálogo, que plasma el desafío que representa "cazar" al sofista mediante las redes de la dialéctica, llega a la conclusión de que éste es un imitador que se mueve con total libertad en el ámbito de la falsedad y la apariencia, en contraste con el sabio y el filósofo, dedicados a la búsqueda de la verdad.
Introducción en clave divulgativa a la vida y la obra del mayor filósofo de la razón que abrió la puerta de la modernidad.
Se ha comparado la importancia del autor de Crítica de la razón pura con la de los clásicos griegos y figuras como Descartes y Newton. A excepción de Aristóteles y Nietzsche, es probable que no se haya hablado y escrito tanto
acerca de ningún filósofo como de Kant. En ese sentido, si hay que volver a su obra es para dedicarle una relectura calma y paciente, con el fin de recordar aquello que hoy peligra – la libertad, la moral, el ser humano – y
encontrar las claves para sostenerlo.
El torbellino Kant enmarca la vida y la obra de este filósofo mayor de la Ilustración en el contexto social y político en el que se desarrollaron su discreta personalidad y su pluma prolífica, desde las carencias familiares y el arduo camino hacia el reconocimiento académico pasando por su conflicto con la religión y sus pares, sin obviar su exposición y afinidad a los ideales de la Revolución Francesa.
Norbert Bilbeny alterna la crónica biográfica con la traducción de ideas y conceptos kantianos en términos asequibles y demuestra la extrema actualidad del pensador alemán. Su famoso mensaje «Atrévete a pensar»,
sigue atravesando como un torbellino el cielo de las ideas para tocar tierra y cambiar nuestro modo de ver el mundo y el alma humana.
La filosofía como elemento esencial de la vida cotidiana y para la comprensión del mundo.
Diego Garrocho introduce en sus textos, con deslumbrante agilidad y hondura, una mirada filosófica que resulta muy poco frecuente en el panorama del periodismo en España. El último verano es una selección cuidada y equilibrada de sus mejores columnas y ensayos cortos, que elude lo coyuntural y aborda la vida y la tensión entre el pasado y el futuro, con un enfoque intelectual pero no exento de nostalgia e intimidad. El libro condensa las convicciones del autor, defiende la cultura como único instrumento para repararel mundo, reflexiona sobre el talento e invoca a figuras como Tennessee Williams, Ferlosio, Leopardi, Aristóteles o Platón.
A lo largo de la historia, numerosos filósofos y pensadores han encontrado en el ensayo breve y los artículos un modo idóneo de transmitir sus ideas de manera que, sin perder el rigor conceptual o la fuerza de sus tesis, estas pudieran llegar a un público amplio. Este libro se enmarca en esa tradición, y demuestra que la Filosofía también tiene la capacidad de abordar los problemas de una maneradirecta y eficaz. El último verano, que puede leerse en clave generacional, ofrece una perspectiva sensible y original sobre el mundo, y es una maravillosa muestra del trabajo en prensa que, desde hace algunos años, Diego Garrocho combina con su labor académica.
Desde Disneylandia hasta el Mont-Saint-Michel, desde las pirámides egipcias hasta los castillos de Baviera, desde Venecia hasta París o Nueva York, la interminable rueda del turismo no para nunca de dar vueltas. Con el ojo atentamente fijado en el objetivo de la cámara, en vez de contemplar la realidad, los turistas transforman un mundo en imágenes que está, él mismo, invadido por las imágenes.
Lo que busca el turista de viajes organizados es la foto del catálogo o de la pantalla de Internet y si la realidad que encuentra no es la «prometida» queda defraudado, se siente perdido e incapaz de hacer su propia experiencia. El turista individual y culto también está sometido a la esclavitud de las imágenes. No puede dejar de buscar escenarios ya codificados por la ficción, lugares dignificados y mitificados por famosos observadores anteriores desde distintos discursos culturales. No se fía de su propia vivencia, sino que tratará de adoptar los ángulos de vista de ellos con la pretensión de experimentar, comprender o gozar como éstos, sin tener apenas en cuenta lo que le rodea de hecho.
Analizando las actitudes de los visitantes de algunas playas, paisajes, monumentos o plazas emblemáticos del turismo, Marc Augé muestra no sólo que la mayoría de los lugares míticos y románticos nos hacen vibrar porque fueron escenarios de grandes novelas o películas. También en esos lugares mismos se hace lo posible para revestirlos con los símbolos e insignias buscadas por los turistas. De esta manera se redobla la ficción desde el observador y lo observado, de modo que la realidad está en peligro de quedar del todo inaccesible.