Judith Butler es una de las figuras más destacadas del panorama filosófico actual. Su contribución a los estudios de género y la teoría crítica ha abierto espacios para el feminismo, la teoría queer y los estudios transgénero. Su decidida interrogación acerca de la vulnerabilidad constitutiva de la existencia humana, que apunta a una comunidad global más justa y no-violenta, ha marcado el debate político contemporáneo.
Muchos son los filósofos y escritores que Butler lee y relee con una libertad indesligable del carácter comprometido de su pensamiento. Al igual que los movimientos sociales le sirven para pensar e identificar los problemas, en sus lecturas busca elementos para su pensamiento ético-político y vías para mostrar que el “marco” de inteligibilidad vigente no es el único posible ni necesario.
JUDITH BUTLER (1956) es una figura incómoda, a veces incomprendida y otras mal interpretada y aun instrumentalizada como diana de la polémica en el ámbito de campañas ideológicas, empezando por cuanto atañe a las cuestiones de género y la teoría crítica.
Transitar los principales caminos de su pensamiento, como propone el presente volumen, nos ayuda a desvelar la riqueza y la complejidad del itinerario intelectual de la filósofa estadounidense, intensamente entregada a una labor que tiende a crear condiciones concretas de vida para todas las personas a partir de una concepción «radical» de la igualdad.
«Siempre he sido feminista. Esto significa que me opongo a la discriminación de las mujeres, a todas las formas de desigualdad basadas en el género, pero también significa que reclamo una política que tome en cuenta las restricciones impuestas por el género en el desarrollo humano».
La teórica política Judith Shklar representa una original y estimulante relectura de la tradición liberal. Lo que a primera vista se presenta como un «liberalismo de mínimos» nos ofrece hoy algo así como la última trinchera en la que protegernos de los nuevos autoritarismos que se nos vienen encima. O, si favorecemos su interpretación más socialdemocrática, un utillaje conceptual sobre el que apoyarnos para evitar y enmendar un ulterior deterioro de la libertad y la igualdad. Su gran aportación reside en permitirnos llegar a comprender con gran cantidad de matices los muchos y diferentes recovecos de la política y los límites de lo que cabe esperar de ella; sin que haya que desertar tampoco de sus aspectos más luminosos.
Este libro ofrece al lector en lengua española el primer comentario integral a los célebres Tres discursos para ocasiones supuestas de Søren Kierkegaard.
Ángel Enrique Garrido Maturano no articula esta tarea por los senderos previsibles: no elabora un estudio filológico, asentado sobre las bases de la vieja crítica textual, que sea rico en detalle positivos sobre fuentes, influencias, varian- tes, etc.; pero tampoco nos ofrece –a contracorriente de ciertas lecturas de los textos del filósofo danés– un relato edificante, confesionalmente concernido, sobre una cierta modulación del cristianismo por la que se abogaría.
La intención del autor es, por el contrario, ente- ramente filosófica: su lectura indaga, de modo fenomenológico y no confesional, en las tres situaciones decisivas de la existencia con las que se confronta –y nos confronta– el pensamiento de Kierkegaard: el tener que reconocerse a sí mismo tal cual uno es, expresado en la confesión, el amor al otro tal cual ese otro es, expresado en el matrimonio, y la muerte inexorable.
Este libro de Antonio Cocozza es un verdadero proyecto de ampliación del conocimiento, que aborda las formas de racionalidad que actúan en la vida social, tan variadas y complejas. El autor analiza el papel desempeñado por la racionalidad a través de la lente de las teorías sociales para proponer una interpretación problemática de la acción humana. Puesto que no hay nada más práctico que una buena teoría a la hora de entender nuestra sociedad, La acción inesperada reflexiona sobre los enfoques teóricos que proporcionan categorías útiles para comprender e interpretar la acción individual, organizativa e institucional.
La proclamación neoliberal de la libertad se manifiesta en realidad como un imperativo paradójico: sé libre. Domina una economía de la supervivencia en la que cada uno es su propio empresario. El neoliberalismo, con sus desinhibidos impulsos narcisistas del yo y del rendimiento, es el infierno de lo igual, una sociedad de la depresión y el cansancio compuesta por sujetos aislados.
Los muros y las fronteras ya no excitan la fantasía, pues no engendran al otro. Dado que el Eros se dirige a ese otro, el capitalismo elimina la alteridad para someterlo todo al consumo: la exposición como mercancía intensifica lo pornográfico, pues no conoce ningún otro uso de la sexualidad. Desaparece así la experiencia erótica. La crisis actual del arte, y también de la literatura, puede atribuirse a esta desaparición del otro, a la agonía del Eros.
En 1980, Bessompierre encuentra a Guy Debord, quien fue a instalarse a Arles, donde se quedará hasta 1987. A partir de la amistad que mantuvieron se le ocurrió la idea de este libro que muestra cómo, en Debord, la vida cotidiana y la relación con los otros era acorde con su pensamiento y sus escritos. Detrás del mito, hay un ser de carne y hueso, que por cierto era portador de un pensamiento magnífico y lúcido, que no vivió su vida como una abstracción. Esta contribución que restituye ?y reencarna? la persona de Debord es una tentativa para reducir la lamentable ignorancia que tenemos a menudo de la existencia de los hombres que marcaron su época y la Historia. El texto está acompañado de fotos y dibujos que el autor realizó en Arles, en Champot (Haute-Loire), en las casas de Guy Debord.
Contemporáneo de Schliemann, Burne-Jones y la reina Victoria, Samuel Butler participó en algunas de las más notorias controversias de una época y un país particularmente fecundos en polémicas intelectuales y descubrimientos decisivos. Con curiosidad y entusiasmo de amateur, aunque amparado por una infatigable dedicación al estudio, Butler ejerció de escritor, pintor, naturalista, compositor y filólogo. Celebradas por Borges, sus versiones de los poemas de Homero han sido leídas durante generaciones, pero el traductor fue más allá para defender que el segundo de ellos, la Odisea, era obra de una mujer, la Autora, una princesa siciliana de Trapani, en la costa occidental de la isla que habría elaborado bajo el signo de su predecesor el espléndido poema del regreso de Ulises, deslizando algo de su circunstancia en los rasgos del personaje de Nausícaa. Altamente especulativa, la sorprendente inquisición de Butler no dejó de producir una obra deliciosa y llena de encanto, con la que el osado intérprete se propuso discernir, aplicando un common sense que en la mejor tradición británica declaraba una guerra abierta al academicismo, «dónde y cuándo» escribió la muchacha porque a su juicio era una joven, «cabezota y soltera»semejante prodigio, «quién fue, cómo se sirvió de la Ilíada y cómo el poema creció entre sus manos».
Brillante conversador, además de erudito, George Steiner (en contraposición dialéctica con su interlocutor, Antoine Spire) se abre a un relato vivo, apasionado, que nos lleva al límite de la paradoja y la provocación. Desde aspectos de su propia biografía a los asuntos más espinosos abordados en la obra de este gigante de la cultura europea, sus pensamientos tocan la música, la filosofía, la poesía y la literatura, el lugar que corresponde a un hombre culto enfrentado a la barbarie, así como la relación a menudo trágica y ambigua entre la filosofía y el despotismo, entre el judaísmo y Auschwitz como símbolo del mal absoluto. Y todo ello sin perder de vista la crítica lúcida de otros filósofos contemporáneos, como Sartre y Derrida, una crítica en que el punto de vista de Steiner se hace más nítido y afilado. Publicada a finales del siglo pasado, La barbarie de la ignorancia —que publicamos ahora con una nueva traducción, un apartado final, «Staccato», no recogido en la edición castellana anterior, y un epílogo en el que Antoine Spire rememora 23 años después un encuentro no del todo fácil con el filósofo— seguirá sorprendiendo al lector por la lucidez y la combatividad de un autor cuya libertad de pensamiento y exigencia intelectual y moral constituyen hoy como ayer un aldabonazo para nuestras conciencias.