Un Fernando Savater más libre e iconoclasta que nunca. Carne gobernada es posiblemente su obra más personal donde a través de un viaje por sus vivencias, reflexiona sobre la política actual, el deseo y la sensualidad en la madurez. Además de explicar cómo los acontecimientos recientes han motivado su cambio ideológico y criticar la clara decadencia política y cultura del Occidente, lanza un dardo al periódico en que siempre ha escrito, El País, y un alegato a favor de la libertad sexual de los mayores.
Con un tono narrativo y un lenguaje cercano lleva al lector por una travesía que agitará conciencias y levantará polémicas.
Este libro reúne 14 artículos y 2 conversaciones de Byung-Chul Han acerca de la expansión del capitalismo y sus consecuencias.
Lo que hoy llamamos «crecimiento» es en realidad la consecuencia de un aumento excesivo de carcinomas que destruyen el organismo social. Estos tumores metastatizan sin cesar y se multiplican con una vitalidad inexplicable y mortal. En cierto momento, este crecimiento ya no es productivo, sino destructivo.
El capitalismo ha sobrepasado hace mucho tiempo este punto crítico. Sus poderes destructivos producen catástrofes no solo ecológicas o sociales, sino también mentales. Los efectos devastadores del capitalismo sugieren la existencia de un instinto de muerte. Freud, inicialmente, introdujo la noción de «pulsión de muerte» con vacilación, pero luego admitió que «no podía pensar más allá» a medida que la idea se volvía cada vez más central en su pensamiento. Hoy es imposible refl exionar sobre el capitalismo sin considerar la pulsión de muerte.
En Caminar la vida, el reconocido antropólogo vuelve a uno de los temas que más le apasionan para mostrarnos una nueva aproximación, interdisciplinar y muy accesible, a la experiencia del caminar.
Romper con una vida rutinaria en exceso, reencontrar el mundo a través del cuerpo y del contacto con la naturaleza, sorprendernos con pequeños o grandes descubrimientos, o simplemente suspender las preocupaciones de la vida cotidiana durante unas horas, son algunos de los beneficios que nos concede una práctica tan antigua como accesible.
David Le Breton ofrece en este ensayo un nuevo y amplio compendio de legados filosóficos y literarios, desde Basho a Thoreau o Peter Matthiessen, que evocan y explican, en un lenguaje límpido y directo, el significado y las virtudes terapéuticas del caminar en un mundo regido cada vez más por la tecnología, el sedentarismo y la inmovilización.
Un convincente alegato para recuperar el deseo de renovación, de aventura y de reencuentro a través del caminar.
«Lo cierto es que no se camina nada o se camina poco y mal. Se camina sin ver, sin contemplar, sin abandonarse al paseo», constata Edgardo Scott al inicio de este sugerente ensayo. En la era del automóvil, del footing y de las pantallas, el arte de caminar parece en peligro de extinción. Pues caminar es —puede ser— algo más que desplazarse a pie, dar un paso tras otro, ejercitar las piernas por prescripción médica. Como atestigua una larga tradición de escritores, pensadores y artistas a los que Scott convoca, homenajea y sigue en estas páginas llenas de asociaciones canónicas e imprevistas —de san Ignacio de Loyola a Damon Albarn, pasando por Baudelaire, R. L. Stevenson, Borges, Machado y Rosa Chacel—, caminar es una forma de meditación estética y filosófica, de imaginación literaria y política; una forma de escritura y de lectura en movimiento que nos ayuda a descifrar el mundo que nos rodea y también a nosotros mismos.
En la actualidad, el entretenimiento se está abriendo paso en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, propiciando un cambio fundamental en lo relativo a la comprensión del mundo. Sin embargo, esta tendencia hacia la ludificación choca con la tradición occidental. El ocio se relaciona con la distracción, la holganza y la intrascendencia, con la consecuencia e un mundo hedonista destinado a la decadencia y la nulidad. Asimismo, se opone al espíritu de la pasión, cultivada por las culturas cristianas, en la que se enaltecen el trabajo y el esfuerzo, el sufrimiento y la seriedad. Una prueba de ello es que el arte solo es considerado como tal si presenta dichas cualidades:sin padecimiento hay benalidad. Ante tal oposición, parece imposible una reconciliación. Sin embargo, ¿son realmente tan distintos y antagónicos el puro absurdo del juego con el puro sentido de la pasión?
Thoreau amaba viajar y pasear por los bosques era una de sus actividades predilectas. Estos viajes siempre fueron una forma de elevación espiritual y de autoconocimiento. Lo mismo puede decirse de su célebre retiro de dos años en los bosques de Concord, recogido en la obra que más popularidad le granjeó, Walden. El pensamiento de Thoreau está anclado en dos ejes claros, el respeto a la naturaleza y el compromiso social. Su filosofía, condensada en la idea de vivir en comunión con la naturaleza del modo más sencillo posible, se encuentra en forma de reflexiones breves en este volumen. A través de fragmentos extraídos de sus obras, esta edición permite acercarse a la filosofía de Thoreau, que no ha perdido ni un ápice de su vigencia y se revela hoy más necesaria que nunca.